La Unión Deportiva Ourense y el Barbadás no dieron con el gol en el amistoso que disputaron ayer en el campo de Os Carrís, donde el domingo se jugará la Tercera División con la visita del Ribadumia. A los unionistas les quedan por dos delante dos amistosos más para atar los últimos cabos, que no son los de la portería. Entre los tres palos hay una seguridad absoluta.

Los dos equipos cometieron suficientes deslices para que el gol no les diera la espalda en la primera parte. Dos paradas en mano a mano de Pato Guillén frenaron los intentos locales más claros, precedidos de robos de balón en metros críticos. En el área de enfrente, faltó puntería para superar a Borja.

En cuanto se asentaron, los de Fernando Currás propusieron más con el balón. Estaban en su mejor momento cuando cometieron un error en la circulación y concedieron una contra a pecho descubierto. El balón le llegó a Cabanyes y Pato salvó su remate a bocajarro. En plena duda unionista, el uruguayo tuvo que sacar abajo un remate de Nespereira.

La UD Ourense tuvo más el balón, sobre todo donde no le molestaba al Barbadás. Os Carrís exige rapidez de reflejos para elaborar y no toca a mediados de agosto. Cuando se abría una grieta, defectos de definición impidieron el gol. En el 21, contra de Fran por la derecha con centro para Adrián, que remató con el interior de la zurda a un palmo del poste. Acabando la primera parte, Quintarios no alcanza a cortar un balón, Alfredo llega a línea de fondo y el pase de gol lo saca un defensor. A Rubén Durán se le escapó alto el rechace.

Las estrategias, siempre rodeadas de suspense en Os Carrís, no dieron fruto. El medio brasileño Caique fue el lanzador local y Alfredo, uno de la media docena de titulares en la UD Ourense con pasado azulón, demostró que conserva las coordenadas. Las antiaéreas fueron más fuertes.

El Barbadás, en el que Martín relevó a Iago a los 19 minutos en el lateral derecho, mantuvo su once muy renovado con respecto al pasado reciente para comenzar el segundo tiempo. Los de Moisés fueron mejores y jugaron más cerca del área de Pato. Volvieron a inquietar en dos faltas malgastadas con fueras de juego. A Nespereira no le tomaron dirección dos remates de distancia. Unai relevó a Adrián como el más adelantado de la UD Ourense, a la que le faltó pericia para armar las primeras contras que concedió el Barbadás. Superada la hora de juego, Currás adelantó a Germán para asegurar la medular y emparejó a Julio con Corzo en el eje de la zaga. Pato volvió a salvar el gol en el 63. Falta a diez metros de la frontal y Cabanyes se la pide a Caique. El tiro potente roza la barrera, pero el portero reacciona infalible.

La réplica llegó al contragolpe. Lo inició Unai y lo envenenó Alfredo. Cuando se disponía a entrar en el área fue derribado. La única amarilla. La fatiga y los retoques desordenaron el partido. Cayó la intensidad y las acometidas se redujeron a impulsos individuales, bastante atropellados. Ives progresó en el área sin consecuencias y Oli resolvió con un disparo torcido la última ocasión para que los aficionados vieran un gol.