La Unión Deportiva Ourense reunía por primera vez a su plantilla de pioneros el 11 de agosto de 2014 en el campus universitario, con la Tercera Autonómica en el horizonte. El 28 de agosto, tres días antes del debut oficial en Copa Diputación B contra el Santa Teresita en el Miguel Ángel González, los unionistas saltaban por primera vez a un campo para jugar un amistoso contra el Barbadás. La derrota para los Víctor Arias, Santi, Dacosta, Adolfo y compañía fue clara, por 5-0, en el sintético de Os Carrís.

Los unionistas regresan tres años después al mismo escenario como equipo con aspiraciones en Preferente, tras cubrir a ascenso por año su tránsito por las ligas provinciales. Una decena de los futbolistas que tiene en plantilla Fernando Currás han pertenecido a un Barbadás que, con Moisés Pereiro en el banquillo, emprende un nuevo examen de consolidación en la Tercera División. Mañana los dos equipos se cruzan por segunda vez esta pretemporada tras el empate a un gol en los 45 minutos del triangular de Maceda.

En otro amistoso disputado ayer, el Barco y el Zamora empataron a un gol en Puebla de Sanabria en un encuentro que le servía a ambos para calibrar el estado de forma y el potencial. El partido comenzó muy igualado, con los dos conjuntos tratando de tener el balón y crear peligro en la portería contraria. El duelo, al ser entre dos aspirantes a ocupar la parte alta de la tabla, dejó más tintes de partido oficial que de amistoso, y por eso la primera parte languideció sin grandes ocasiones.

En el segundo tiempo, los zamoranos enlazaron dos buenas jugadas de gol. En un balón llovido tras un disparo que taponó la defensa, Rafael Silveira lo buscó y el esférico se chocó con el travesaño. Posteriormente, Mario Sopale ganó línea de fondo y, en vez de buscar el centro a los hombres que entraban al remate, buscó a Iñaki Eguileor, que estaba en segunda línea y marcó el tanto zamorano.

El CD Barco, que hasta el momento tenía a Cristóbal como uno de sus hombres más destacados, vivió un gran impulso cuando entró Raly Cabral en el campo. El exrojiblanco, que jugó en banda derecha, fue un quebradero de cabeza para sus ex compañeros y generó varias ocasiones para que el marcador se hubiera igualado antes.

Un rechace que quedó muerto en la frontal lo aprovechó David Álvarez para igualar en el minuto 90. Por su parte, el Arenteiro se proclamó ayer campeón del Trofeo Roberto Fernández en Chantada.