El trofeo que recuerda desde hace tres años a Club Deportivo Ourense se quedó en O Couto. Pontevedra y Compostela se lo llevaron antes y el Unionistas de Salamanca también lo mereció ayer, pero no tuvo el gol de cara. Joni, ya en el minuto 89, hizo un ejercicio de rentabilidad al aprovechar la ocasión que tuvo para darle una alegría a los numerosos aficionados de la UD Ourense que acudieron al campo. Es agosto, las conclusiones son precipitadas o engañosas, pero el primer partido del año en O Couto fue entretenido y al final le arrancó una sonrisa a los ourensanistas.

El conjunto salmantino, con traje de play off a Segunda B, impuso la jerarquía de principio a fin. Le faltó el gol para trasladar los méritos al marcador. La UD Ourense se escudó en su portero Pato Guillén para mantener la emoción. Los de Fernando Currás tuvieron que vestir la versión defensiva para el estreno en casa. El balón fue acaparado por los visitantes, que también se aplicaron con generosidad en la presión. Con los futbolistas creativos eclipsados, los unionistas tuvieron que esperar y meter la pierna.

Los deslices en la salida del balón pusieron en riesgo los dominios de Pato. En el 26, Oskar Martín envió fuera un balón de gol. La ocasión ourensana más clara fue para Unai, que a los 19 minutos recogió una acción trenzada, entró por la derecha y sacó un remate raso desviado por Carlos Molina.

El descanso no cambió el color visitante. Currás refrescó el ataque, pero casi todo lo que pasaba en las áreas eran problemas para Pato. Al conjunto salmantino solo se le notó la altura de temporada en la definición. A Javi Navas se le fue un remate al larguero para acabar de desesperar a la animosa expedición salmantina en O Couto. Con Omar y Fran Martínez, que dejó alguno de los mejores detalles técnicos de la tarde, se agotaron los cambios constructivos en la UD Ourense. Ya en el ocaso, a Javi Navas se le escapó un balón cerca del poste.

El partido se conducía hacia los penaltis cuando Oli, que tuvo una primera parte ajetreada, arrancó con fuerza desde la izquierda, sorprendiendo al contrario a contrapié. El balón le llegó a Joni, con tiempo para buscar la fisura entre una defensa en pánico. El balón acabó en la red. Los ourensanistas celebraron la fortuna y premiaron con una calurosa ovación al conjunto salmantinos. Sus aficionados sellaron el hermanamiento con gritos de Ourense, Ourense.