- ¿Cómo es su día a día laboral?

- Es de lunes a domingo (se ríe). Un día normal llegas a la ciudad deportiva, tenemos nuestra reunión y 45 minutos antes de entrenar van llegando los jugadores. Los lesionados suelen llegar con antelación. Tienen que hacer ese trabajo preventivo previo, que es cortito y de bajo volumen, y que muchos no hacen, dependiendo de las necesidades de cada uno. Después los jugadores van a entrenarse y yo ahí suelo coger a los lesionados que tengamos en ese momento. Una vez los sanos acaban el entrenamiento, si lo necesitan vienen a hacer el trabajo correspondiente que tengan pautado. Paras para comer y, por la tarde, los lesionados que tengan que hacer una doble sesión, estaría con ellos. Generalmente, a las 3 o las 4 de la tarde los jugadores van desapareciendo y yo me quedo para hacer el trabajo de preparación para el siguiente día, planificación y todo eso.

- ¿Acompaña al equipo a los partidos?

- Los días de partido, si el equipo juega fuera, como el lesionado tiene que estar atendido, me encargo de ellos y de los que quedan fuera de la convocatoria. Si se juega en casa, solemos hacer una sesión por la mañana y luego en el estadio también, antes de que salgan a calentar, hago ese trabajo preventivo con algunos. Generalmente no me desplazo con el equipo, salvo que sea una distancia corta, porque siempre queda gente que está lesionada o sin convocar y necesita hacer su trabajo.

- ¿Qué parte de cuota tiene en el ascenso y en el título en la Championship que ha logrado el Newcastle?

- Sinceramente, poca. No hubo tantas lesiones, pero al final la metodología de entrenamiento es muy buena. Se controla mucho la dinámica de las cargas, que fue uno de los mayores cambios con respecto al sistema tradicional inglés. Controlando un poco eso, tuvieron menos lesiones. Mi figura, en coordinación con el preparador físico, trató de identificar a aquellos jugadores a los que había que prestar atención y la verdad es que el año, en cuanto a lesiones, fue muy bueno en comparación con los registros de los anteriores. Pero las lesiones, al final, se deben a muchas causas y buena parte de culpa la tiene la metodología del entrenador. No es solo responsabilidad de los equipos médicos.