El equipo femenino de la UD Ourense sufrió un duro revés ayer en Portonovo, donde quedó eliminado de la Copa de Primera Autonómica pese a presentarse en el campo de Baltar de Arriba con tres tantos de ventaja. El desastroso comienzo de partido debido a un exceso de confianza complicó la eliminatoria y, tras llegarse al descanso con tres tantos en contra, las de Rubén García no crearon suficiente peligro para marcar al menos un tanto que evitase su decepcionante caída.
"Nos vimos superiores, pensamos que estaba hecho, y cuando nos dimos cuenta ya perdíamos por 2-0 y después fue un querer y no poder. No hubo forma de remontar", lamentaba el entrenador ourensano tras el encuentro. "En la primera jugada, cometemos una pérdida de balón y llega el gol, en la segunda llegada nos vuelven a marcar y vienen los nervios. Además teníamos el viento en contra al principio y cualquier balón llegaba a portería. No hubo oportunidades claras para marcar y, si el otro día pudimos meterles siete, por este partido merecieron pasar ellas", explicó.
Rubén García, que fue expulsado por primera vez desde que es entrenador, calificó de "decepción muy grande" la eliminación. "Al acabar lloraban en el vestuario. Fue una pena porque te ves superior y, cuando quieres reaccionar, ya no das cambiado el chip. Te entran las prisas, ellas cogen moral y te echan", apuntó. Las unionistas jugarán ahora la Copa Diputación contra el Rúa.
