El presidente de la Diputación, Manuel Baltar, le dio la bienvenida a todos los participantes en la fase final de la Copa de Campeones y agradeció a Rafael Louzán su apuesta por Ourense como sede de los partidos decisivos. "Deseo que el espectáculo sea el reflejo de una de las mejores ligas de juveniles del mundo", señaló, antes de referirse a su condición de abonado del Real Madrid para dejar claras sus preferencias en la final. Abogó, eso sí, porque el triunfo sea deportivo, no como el que celebraron los madridistas en la final de Copa del Rey juvenil de 1981, cuando al actual entrenador del Málaga, Míchel, le fue concedido un gol en el que el balón entró por el lateral de la red. El alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, invitó a los equipos a disfrutar de las bondades de la ciudad. "Es un lujo recibir a la élite del fútbol juvenil español, es una gran oportunidad para proyectar Ourense fuera y espero que se lleven una buena imagen de esta hermosa y acogedora ciudad", expuso. El regidor pidió que la final sea ejemplar: "Que haya ambiente cordial y que no se vean comportamientos no deseado. Suerte a los participantes y ojalá les quede tiempo para aprovechar la ciudad y que su estadía sea maravillosa". Por último, el jefe territorial de Presidencia de la Xunta de Galicia, Manuel Pardo, insistió en su agradecimiento por que se haya elegido Ourense como epicentro de la Copa de Campeones. "Me consta que algunos jugadores ya han visitado las termas, que es un buen sitio para reponer fuerzas, que hagan disfrutar al público y que gane el mejor".