Es el otro partido de la jornada. El Monte da Aira reúne mañana a equipos vecinos, el Velle y el Atlético Vilariño, un duelo que enfrentará a escala particular a los hermanos Enrique y Gabriel Conde Rajo. "Poco coincidiremos en el campo, porque tampoco somos mucho de defender", asegura el mayor, Enri, mediapunta del Vilariño de 26 años. El pequeño, Gabri, atacante del Velle de 24, corrobora la afirmación entre risas. "Defender no me gusta mucho, soy más de tener la pelota", afirma.
Gabri, en su primera temporada en el Velle, reconoce además que no son "muy picones", por lo que no se ha trasladado bajo el techo familiar la rivalidad que sostienen desde hace años los dos equipos. Enri, que acumula cuatro campañas en el Vilariño, sabe que no es un partido más: "En el equipo hay cinco o seis jugadores que son del pueblo y la rivalidad la sienten más que nadie. Nos la intentan inculcar al resto y se ven ambiente y ganas".
El factor campo debe inclinar ligeramente el partido hacia el Velle, entiende Gabri, que lamenta los pinchazos que les han apartado de la zona de ascenso. "Ya dijeron allí que era el derbi que había que ganar, aunque hay que ganar todos los partidos si se puede. El campo marca mucho y tenemos buen equipo para esta liga -agrega-. Estos puntos son los que hay que ganar para estar arriba. La UD Ourense y el Bande, por presupuesto, tienen la obligación de ascender, pero nosotros deberíamos ganar los partidos contra equipos sin presión. Ahí es donde hay que demostrar que somos mejores. En Taboadela, que estaba abajo, perdimos, y también se nos escapó la victoria contra el A Peroxa. Perdimos esos puntos, que son con los que se ganan o pierden las ligas".
Desde el lado del Vilariño se ve la visita a Velle con cierta necesidad. "Estamos en una racha mala. Llevamos cuatro jornadas sin ganar después de empezar como un tiro. Ganamos los primeros y la UD Ourense nos ganó por la mínima, pero después vino la mala dinámica. Estamos en una posición cómoda, pero tenemos más ganas de mirar para arriba que para abajo", explica Enri. No le pone paliativos al bache: "Merecimos perder y punto".
Tras compartir etapa formativa en Club Deportivo Ourense, Enri pasó por el Nogueira, para volver al Ourense B, y recalar en el filial del Barbadás antes de llegar al Vilariño con Quino Iglesias. Gabri se fue a Ourense CF y Bande antes de fichar por el Velle. "La directiva se porta muy bien con la ropa y las cenas. Lo importante es estar contentos y cómodos, jugar con los amigos cerca de casa, tratar de ganar y pasarlo bien", expone Gabri. Lo único que echa de menos es marcar más goles, aunque está contento con las asistencias. Ese es el cometido favorito de su hermano.
