La Unión Deportiva Ourense vuelve a ganar fuera. Un pleno al quince tras las cinco primeras salidas ligueras. Es una racha al alcance de pocos. Los puntos de Rozavales amortizan además el esfuerzo de un encuentro difícil de jugar y de ver. Son victorias de caras largas, decididas por migajas de talento, en partidos que solo se pueden ganar para que den las cuentas del ascenso. La victoria fue por la mínima y el toma y daca resultó más equilibrado de lo que presuponía la tabla porque el Monterrey puso el alma en cada zancada.

Les falta pegada, aunque Eloy casi noquea a los unionistas con un golpeo potente y certero desde la lejanía. Están los de Antonio Dacosta reñidos con el gol. Saben elegir el momento, eso sí. Marcaron acabando la primera parte y nada más venirse arriba los locales. El problema ayer fue que la fuente de peligro racaneó. Un poste de Xaco y un mano a mano que le ganó el portero a Unai, ya en el 88, resumen su balance ofensivo.

La primera parte caminaba hacia el combate nulo cuando Rubén Durán abrió un balón a la derecha y Sergio pudo servirlo al área. Cristian lo recogió solo, tuvo tiempo para acomodarse el balón y superó a Aarón con un remate raso. Tres minutos antes se había dado la única ocasión clara de los unionistas, en acción de Cristian por la izquierda tras una anticipación mal medida del defensa. Xaco, cayéndose en el área, envió el balón al palo.

Todo lo demás, impotencia de la UD Ourense ante un Monterrey para el que era día laborable. Los locales consiguieron por estrangulación que no les durasen las posesiones a los unionistas. El sorteo de balones siempre fue adverso sobre un campo deslizante. Al primer contacto con la hierba, salía disparado más allá de la cal. Tropezones y resbalones por doquier. El ritmo y la superficie complicaban el hacer pie. Y mucho envolver en criterio los avances. Fútbol a golpe de riñón. Senén, que se llevó una seria costalada, no pudo acabar el primer tiempo. Al acabar el partido fue a consulta al centro médico.

El Monterrey molestó a Lucas Sierra en un córner directo de Carlos, pero el desgaste en la destrucción no le permitió tomar decisiones oxigenadas en los metros finales. No le haría falta pisar el área para acabar con la racha sin encajar de los unionistas, que no dan enlazado tres jornadas con la portería intacta. El golazo de Eloy puso en marcha un nuevo partido que duró dos minutos. Ya estaba preparado el cambio de Marcos Sotelo y en el primer balón que tocó marcó la diferencia con un pase que Durán aprovechó para desnivelar el resultado.

La UD Ourense no encontraría una contra para sentenciar hasta casi el final, pero a Unai se le agigantó el portero. La última fue del Monterrey, una falta de Eloy que no tomó dirección de portería.