Lucas Sierra se reencontrará mañana (20.30 horas) con el campo de San Rosendo y su anterior equipo, el Sporting Celanova, al que los unionistas se miden en su penúltimo partido de preparación. Para el guardameta significa algo más que una visita de cortesía: "Es un partido especial, se juega en mi pueblo, donde empecé a jugar y donde estuve en los últimos años y ahora vuelvo con otro equipo, aunque sea pretemporada". Lucas Sierra destaca la necesidad de aprovechar cada prueba "para seguir mejorando y para coger tono físico, porque lo importante es la liga y trabajar para no dejarnos puntos por ahí".

Al meta celanovense no le incomoda la etiqueta de candidato al ascenso, aunque advierte de la especial motivación que despertará cada domingo en cada uno de sus rivales: "La gente vendrá muy mentalizada a O Couto porque somos el equipo de la ciudad y no se juega todos los días en un estadio y fuera tendremos el hándicap de los campos pequeños y de tierra". Entiende que comparten con el Bande la condición de rivales a batir por todos: "El Bande lleva años apostando por tener un equipo mínimo para ascender y no le está saliendo. Por circunstancias, el año pasado le salió mal y han reforzado más la plantilla. Nosotros, independientemente de que el club se formó hace poco, hay jugadores con recorrido y con experiencia, aunque Velle, Monterrei, Allariz, son equipos que conocen la categoría desde hace años y van a estar ahí arriba".