Acaba de deshacer la maleta de las vacaciones y ya ha empezado a preparar la que se llevará el fin de semana a Alcorcón, donde la ala pívot verinense Ana Rivera, Anita, jugará la próxima temporada. A sus 22 años, su vida da un giro que espera ansiosa.

- Se acerca el día de la partida. ¿Está preparada?

- Ya empecé con la maleta y tengo muchas ganas de que comience la pretemporada. Siempre las tengo, pero esta será tan distinta que todavía tengo más.

- ¿Cómo se embarcó en un cambio tan importante?

- El motivo fue que acabé la carrera de Empresariales y, como no me gustó nada, voy a hacer la de Historia. También la hay en Ourense, que es un lugar que me encanta, pero quería irme. Lo tenía decidido. Además me llamaron del Atlético y del Alcorcón y me dije buah, qué suerte.

- ¿Quién le llamó primero?

- El Atlético, pero todavía no había acabado la liga y estábamos pendientes de entrar en la Copa y entonces me dije que había que esperar. Al acabar me llamaron los de Alcorcón y entre mis padres y yo decidimos pronto. Elegí el Alcorcón porque deportivamente lo vi más serio, aunque el Atlético tenga más nombre.

- ¿Qué sabe de la ciudad y de su nuevo equipo?

- Me pasé medio día allí con mi padre, aunque conoces a gente y a jugadoras que están desde hace años en liga. No hay un trato personal, pero sí las conoces de enfrentarte a ellas.

- ¿Qué supone será lo primero que echará de menos?

- Como no he hecho ni una tortilla en mi vida, seguro que la comida (risas).

- Será un alivio compartir la experiencia con Vanessa Sotelo.

- Es mi amiga de siempre, hace nada que nos fuimos de vacaciones juntas y es un punto muy a favor. Compaginamos bien, por lo menos a sí de entrada

- Los refuerzos que ha concretado el Alcorcón hacen que los objetivos apunten alto. ¿Qué le han comentado en el club?

- Lo único que hice cuando fui allí fue ver el piso, negociar las condiciones y no hablamos de nada más. El lunes empiezo con la selección y hasta que pise Alcorcón todavía van a pasar unos cuantos días. Personalmente, el objetivo es ganar la liga.

- ¿Qué deja atrás?

- A mi equipo de siempre, a las compañeras de siempre. Ahí estábamos seis jugadoras que llevábamos ocho años juntas y se me va a hacer raro entrar en el vestuario y no ver a Marta, a Bea o a Laura.

- ¿Qué papel le augura al Ourense Envialia la próxima temporada?

- Por fin han dado el salto las jugadoras de 20 años que veías que se esforzaban, que entrenaban dos o tres veces por semana, pero nunca tenían minutos o no iban convocadas. Pero este año van a tener oportunidades y será bueno para ellas y para el club porque son gente de Ourense.