La prueba puntuable para la Copa del Mundo que se celebra este fin de semana en la localidad canadiese de Mont-Sainte-Anne no será una más. A solo dos semanas de la prueba de BTT de los Juegos Olímpicos, entre los ciclistas se respira un ambiente distinto. Tanto los que estarán en Río el próximo día 21 como los que no lo harán, acuden a este clásico circuito con una motivación especial, y es que el espíritu olímpico lo impregna todo en este mes de agosto.

Para el ourensano Pablo Rodríguez, del MMR Team, que no podrá estrenarse como olímpico tras quedarse fuera de la convocatoria, la Copa del Mundo de Canadá supone una oportunidad más de seguir codeándose con los mejores, como lo ha hecho ya a lo largo de toda la temporada. Vigésimo en la general del torneo, el de Maceda llega a Mont-Sainte-Anne tras tomarse un ligero descanso, pero convencido de sus posibilidades. "La semana siguiente al Campeonato de España me la tomé de relax, con tres días de descanso total y tranquilidad, algo que ya me venía haciendo falta tras muchos viajes y mucha carga de entrenamientos y competiciones. Creo que me ha venido muy bien para hacer un reseteo justo a tiempo y poder retomar los entrenamientos la semana previa a desplazarnos a Canadá. El objetivo era coger un poco de aire y poder terminar la temporada con la misma chispa con la que empecé."

Pese a que los días de descanso le hacen mirar a la carrera de mañana con prudencia, Pablo Rodríguez se muestra ambicioso y, sobre todo, muy motivado. "Es cierto que no he tenido muchos días de carga antes de viajar a Canadá, pero llego descansado y con las pilas cargadas. El entrenamiento de todo un año no se pierde en tres días, pero en cambio sí que me ha aportado una dosis extra de motivación y de descanso. Saldré, como siempre hago, a dar el máximo de mí en los 90 minutos de carrera, en un circuito que me gusta y que es, tanto por complejidad como por dureza, de los más exigentes del año".