Los nostálgicos tienen un motivo más para dejarse seducir por la Unión Deportiva Ourense. El club cerró ayer un fichaje de relumbrón al hacerse con los servicios del centrocampista Rubén Durán. El jugador vigués, que a finales del próximo mes cumplirá 33 años, se afincará en la ciudad a la que llegó en el verano de 2003 para firmar con el club rojillo, que por entonces presidía Manolo Rois, procedente del Rápido de Bouzas.
La entidad unionista se ha acabado imponiendo a otras alternativas que tenía sobre la mesa Rubén Durán, que tras completar la pasada temporada en el Marbella ha tomado la decisión de buscar estabilidad laboral y familiar. El jugador dará explicaciones a las 13.00 horas de hoy en una rueda de prensa de presentación que se realizará en las oficinas del club en O Couto acompañado, entre otros, por su nuevo entrenador, Antonio Dacosta, con el que coincidió como rojillo cuando integraba el cuerpo técnico con Milo Abelleira y Roberto Abad.
Rubén Durán también tuviera que elegir antes de firmar por el Ourense en 2003. Había completado una sobresaliente temporada en el Baltasar Pujales, clasificándose para la promoción y anotando 13 goles. El Celta se interpuso en el último momento para enrolarle en el filial, pero Rubén Durán prefirió O Couto, donde fue uno de los referentes del último conjunto rojillo que jugó una fase de ascenso a Segunda. El talento del mediapunta quedó grabado el 16 de mayo de 2004 en la memoria ourensanista con los dos goles que marcó en el campo de Barreiro, en la imperecedera victoria sobre el Celta B ante centenares de aficionados desplazados desde As Burgas. La gesta quedó coronada por el tanto de Carlos García que daba el pasaporte para la promoción en el último suspiro. Con el club en declive, la directiva presidida ya por Joaquín Muñoz no pudo igualar la oferta que le presentó el Zamora y el 12 de junio de 2006 Rubén Durán fue presentado en el Ruta de la Plata, donde solo permanecería un año. Regresó a Galicia para incorporarse al Lugo. Dos buenas campañas a las órdenes de Fonsi Valverde le hicieron ganarse el ansiado ascenso al fútbol profesional, tras la llamada del Real Unión de Irún.
Una segunda experiencia en Lugo y otra en El Sardinero, en pleno expolio del Racing de Santander, adornan su expediente como jugador de la División de Plata. Logroñés y Marbella, en el que coincidió con el mediocentro ourensano Borja Yebra, adornan el palmarés de un Rubén Durán que 13 años después vuelve al punto de partida para jugar en una liga provincial.
Razones familiares y los amigos que le quedan en la ciudad con vínculos rojillos han influido en su decisión de sumarse a un proyecto que gana un excelente futbolista, con experiencia, profesionalidad y calidad exquisitas. Con este refuerzo irrechazable que rondaba desde hace tiempo los planes de los rectores unionistas, el proyecto alimenta la ilusión de la afición y gana un soberano argumento para no fallar en el objetivo del ascenso.
