Julio Álvarez descolgó las botas a finales del verano de 2014 para sumarse a la aventura de la Unión Deportiva Ourense. Casi dos años después, se da por satisfecho ante el fin de trayecto. "Han sido dos temporadas espectaculares -señala-. Jugando, pasándolo bien, haciendo amigos, con altos y bajos y con alguna lesión también".
El defensa se detiene en su enumeración para referirse a la rotura de fibras que le impidió despedirse en el campo: "No pude acabar jugando una etapa bonita, tras haber vuelto después de tantos años. Fue bonito y se acabó. Tristeza no queda ninguna, salvo esa lesión y el golpe por estar sin jugar. Fue una pena no estar en la Copa y no poder disfrutar de la gente, porque la celebración no es la misma".
Julio Álvarez reparte agradecimientos: "La gente ha sido maravillosa. La afición es de 10, la directiva de 11, salvo en las cenas -bromea-. Menos mal que teníamos a Eladio (Pérez, tesorero) en la intendencia". Asegura que se veía "con fuerzas" para seguir un año más, pero entiende la decisión del club: "La comisión deportiva no vio viable que siguiera y se respetan sin problema las decisiones".
El valdeorrés incide en el respaldo que encontraron en el terreno de juego de los aficionados allá donde fueron y hace una petición: "Que sigan así por muchos años, que no lo abandonen, porque habrá momentos difíciles". Julio Álvarez considera que la UD Ourense no tiene por qué estancarse si mantiene sus principios: "No debería pasar eso. Están haciendo las cosas bien y la gente que trabaja para el club ha hecho un esfuerzo muy grande, como la afición por aguantarnos a cuatro viejos y a dos cojos. Las grandes alegrías están por llegar para ellos".
Desde la experiencia, el ya exjugador de la UD Ourense se muestra optimista sobre el objetivo de ascenso que por tercer año consecutivo se marca el club, aunque da por hecho que aumentarán las dificultades tras un primer año con pleno de victorias y las cuatro derrotas y los dos empates del segundo. "Van a ser el rival a batir en todos los campos y en O Couto los equipos también querrán agradar, jugar bien y, por supuesto, ganar, pero tendrán buen equipo y harán buena temporada. Creo que se conseguirá el objetivo de ascenso". Julio Álvarez vuelve ahora al fútbol como entretenimiento con buen sabor de boca y la sensación del deber cumplido tras llegar a la UD Ourense de la mano de su inseparable compañero Julio Salgado. "Lo repetiría todo. Muy contento por jugar juntos, por conocer a gente espectacular con la que seguiremos teniendo contacto", promete.
