Para la Unión Deportiva Ourense, mañana se acaba mucho más que una liga. Domingo a domingo se ha acercado la despedida de algunos de los futbolistas que tuvieron fe ciega en el proyecto desde el punto de partida más incierto. El centrocampista David Valderas es uno de los que ve el adiós próximo. "Personalmente, se me acaba este año el sueño de la UD Ourense desde el campo. Soy muy realista -afirma-. Están hablando con gente para que se quede y conmigo no lo han hecho. Además, si el míster no cuenta conmigo en Segunda, en Primera lo hará menos".
David Valderas asume el punto final con la generosidad con que ha defendido el sentimiento unionista en las categorías menos seductoras del fútbol provincial. "Es lo más normal. Yo quiero el bien del equipo y sé que puedo ayudar en el campo, pero no lo suficiente para lo que necesitará el equipo. Solo puedo agradecer estos dos años, porque nunca pensé en ser partícipe de algo tan bonito".
Hace unos meses se pudo enrolar en el Bande, pero prefirió acabar lo que empezó en 2014. "Me llamó mi amigo Chuchi Hidalgo y era algo a vida o muerte porque se habían quedado sin jugadores, pero le dije que lo sentía y que quería acabar bien conmigo mismo. Ante todo soy de palabra y quiero acabar lo que empecé".
Lo hará con la sensación del deber cumplido, dos ascensos y dos alirones. Quedar campeón con la UD Ourense tiene mucho alcance para Valderas: "Es importante ascender otra vez, más que el año pasado, porque costó más desde el principio". Recuerda que "hubo unos meses, hasta Navidad, en que la gente lo pasó mal y en los entrenamientos no se disfrutaba como al empezar, hasta que poco a poco se fue reconduciendo la cosa y al final el equipo estuvo donde tenía que estar". Señala que "hubo que hacer coincidir varios factores" como la adaptación a la categoría o la maduración de los más jóvenes para que la reacción llegase.
Con 12 puntos de renta sobre el segundo y 18 sobre el corte del ascenso, el logro pudo acabar pareciendo fácil. "Esto es fútbol y puede dar muchas vueltas. El Santa Teresita nos llegó a sacar 9 puntos y ahora están a más del doble y el Arnoia, que parecía que se desinflaba, acabó ascendiendo", recuerda Valderas. El centrocampista se refiere también al apetito que demuestra el equipo. "Uno nunca se aburre de ganar, pero ya hay ganas de que acabe la liga para que llegue lo bonito de jugar, que es la Copa Diputación".
Ese título redondearía los objetivos, sobre el que prevalece el ascenso. "Ha sido un paso más para el club. Año a año se va subiendo. Este costó más que el anterior y para el que viene va a costar incluso más. La Primera no es lo que era, pero será fastidiada, y cada año costará más, aunque se hagan fichajes de calidad, fichajes de nombre o fichajes que hagan falta. Pero eso es también lo bonito del proyecto".
Valderas atisba las dificultades que planteará el reto del tercer ascenso consecutivo: "Habrá equipos en el grupo que parezcan de Segunda, que se junten los viernes, y en el Couto puede haber goleadas, pero fuera serán siempre partidos difíciles. Los rivales, como siempre contra la UD Ourense, saldrán al 200 % y no habrá partido fácil. No lo hubo en Segunda y mucho menos los habrá en Primera. Los equipos entrenan tres días a la semana, muchos jugadores han tocado categorías nacionales o Preferente y, quieras que no, saben lo que es el balón. Se va a notar el físico mucho, habrá delanteros y defensas rápidos, por lo que el equipo necesita reforzarse mucho y muy bien".
Tras asistir al nacimiento de la UD Ourense y contribuir a sus primeros pasos en el fútbol, David Valderas tiene claro su mensaje para los jugadores que albergan dudas sobre incorporarse a la UD Ourense: "Les diría que no miren la categoría, porque así se cierran en el no. Que miren el club, lo que le rodea y un objetivo muy bonito. Pueden echarse tres años hasta Tercera División, porque se está peleando por traer a gente que puede jugar en Primera y en Preferente con la gorra y hasta en Tercera, y ese objetivo es el más bonito".
