Ascenso y título. La Unión Deportiva Ourense ha resuelto las cuentas de la temporada con un mes de antelación. Los de Antonio Dacosta entonaron el alirón una semana después de celebrar el salto a la primera categoría provincial al imponerse ayer en el campo del Covadonga con goles de Cristian y Adrián Rodríguez. Enlazando la vigésima victoria y seis meses sin perder, los unionistas se meten el segundo título de liga en el bolsillo al aventajar en 12 puntos, más el coeficiente particular de goles, a un Atlético Arnoia que también apunta ya al ascenso.

Como se preveía, no les esperaron con el palio en Eiroás. Marcó pronto Cristian, con un sedoso lanzamiento de falta desde la frontal del área, pero el Covadonga demostró vocación ofensiva y combativa. En el pique de cañoneros, Toni rozó el gol, pero entre el poste y el portero Samuel sacaron un balón que cayó en el área. El más ágil en el rebote fue el central Evaristo. Diez minutos y dos goles. Con dos equipos que suman 200, la tarde prometía ajetreo en las áreas. Acabaría siendo una falsa ilusión porque los siguientes ataques se fueron cayendo al borde del área.

El disparo resultaba tentador para propios y extraños porque las distancias en Eiroás son cortas. Cualquier error en tres cuartos de campo implicaba una contra peligrosa, como la que tuvo Cristian nada más empezar la segunda parte. Rubén le sacaría el disparo a media altura. Sotelo entró por la derecha y su remate se fue al exterior de la red en la réplica de los de Prado.

Los deslices se pagan allí como en pocos sitios y el Covadonga, que se sabe muy bien su campo, cometió dos clamorosos que le acabarían costando la derrota. Bajaron la guardia en una acción en banda que permitió entrar a Xaco hasta la cocina. Adrián Rodríguez esperaba en el segundo palo para subir el segundo tanto al marcador.

Pudieron empatar los locales en otra contra desbaratada en el último momento por Diego Soto, el más metido en el partido, pero de inmediato se quedaron con diez. Cinco minutos llevaba en el campo Diego cuando se dejó un balón atrás en la disputa con Xaco, el segundo más metido. El defensa le agarró insistentemente hasta que lo derribó, frustrando un mano a mano con el portero que el árbitro castigaría con la tarjeta roja.

En superioridad numérica, la UD Ourense se mantuvo firme atrás con unos expeditivos Tito Currás y Julio Martínez, en ausencia del central Xurxo debido a un motivo personal, y no concedió opciones para que se escapara la victoria que le proclamó campeón.