La Unión Deportiva Ourense se ató las botas por primera vez hace 20 meses envuelta en un debate sobre la conveniencia de crecer desde la última categoría o explorar una fusión que le permitiera ahorrarse dos peldaños, la Tercera y la Segunda Autonómica. Prevaleció la alternativa de empezar desde la casilla inicial y, 50 victorias ligueras después, el proyecto puede alcanzar aquel punto de partida por el que se suspiraba en el verano de 2014. Con la 51, los unionistas entrarán hoy (O Couto; 17.30 horas) en la Primera Autonómica.

El estadio vibraba hace justo dos años por última vez con Club Deportivo Ourense, cuando el 10 de abril de 2014 remontaba la final de la Copa Federación contra el Guadalajara ante más de 4.000 espectadores. Para esta tarde se anuncia otra fiesta, a pequeña escala y más íntima, sin palcos arremolinados ni aquellos malos presagios. El primero fue el ascenso de la nostalgia, un entrañable tributo al caído. El segundo será el de la esperanza.

Las matemáticas dicen que los de Antonio Dacosta, que hace dos años corría desatado la banda desde el banquillo para abrazarse al goleador Javi Hernández, habrán alimentado esa ilusión compartida por muchos de ver arriba a la UD Ourense si se imponen al Arrabaldo,. Con 73 puntos y los coeficientes ganados se convertirán en inalcanzables ya para dos de sus tres perseguidores en las cinco jornadas que quedarían pendientes.

Caiga o no el ascenso ya, la segunda temporada no habrá sido el paseo de la primera por sus duros comienzos, con cuatro derrotas prácticamente consecutivas contra rivales directos. En otoño cambió el viento y en invierno la UD Ourense se quedó sola ganando. En los últimos meses, con el potencial de la plantilla amplificado por la confianza, se vio venir el ascenso, pero la antelación no le resta importancia a un logro indispensable para un proyecto que esta temporada ha consolidado sus pilares sociales y económicos.

El partido de hoy puede constatar una vez más la conexión del proyecto unionista con la gente. Ese vínculo le da sentido al esfuerzo de sus jugadores, entrenadores y directivos en estas dos campañas. Esa comunión transciende sobre categorías, aunque en la UD Ourense esperan que el apoyo que ha venido recibiendo el proyecto se incremente a medida que avancen en el escalafón.