Primero fue la música y mucho después el fútbol, pero el proyecto de la Unión Deportiva Ourense les sonó bien a Noelia Díaz Álvarez (25 años) y a Cristina Pumar Rico (21 años), dos integrantes de la Real Banda de Gaitas de la Diputación de Ourense que el pasado verano se decidieron a probar suerte con el balón. Están encantadas con la experiencia y les gustaría contagiar su entusiasmo a los ourensanistas para que acudan mañana domingo (12.00 horas) al campo de Velle a empujar en un partido que puede dejar encauzado el ascenso.
Noe, interior derecho que se ha pasado media liga de lateral por las bajas, repasa las cuentas: "Ganar supondría ponernos líderes porque descansa el Portonovo y casi aseguraríamos la segunda plaza, ya que le sacaríamos siete puntos reales al Racing de Vilariño". Hay que unirle el coeficiente de goles. "El partido es clave. Nos quedan siete finales, y cuatro contra los equipos de arriba, pero este es el más importante y el más difícil", remarca.
Su compañera Cris Pumar, una lateral también reconvertida en interior, recuerda la alta intensidad del partido de ida en Nigrán y considera que mañana se juegan "gran parte" del ascenso. "No podemos fallar, estamos a tope de mentalidad y hemos entrenado para ir a por todas. Llevamos dos meses esperando este partido y estamos mentalizadas y preparadas", agrega.
Aunque pondrán todo de su parte, Noe pide el comodín del público en el Monte da Aira. "No es cuestión de ser mejores que el otro equipo porque en un partido puede pasar cualquier cosa -advierte- y más cuando hay esa presión de ganar. Estos partidos son los que más cuestan y, después de estar trabajando todo el año, nos gustaría que nos vengan a animar y a ayudar. Que cojan el coche, que vengan en bus o andando, pero que estén allí y que sean el jugador número 12. Que se note que las mujeres también existen en el fútbol".
Cris Pumar secunda el llamamiento del club: "Hay que ver en el campo si somos mejores o no, porque es distinto jugar en casa o fuera, y de momento nosotras en nuestro campo no hemos partido. Lo que nos gustaría es que nos vinieran a ver. Ojalá se animen". Entiende además que es una buena ocasión para exhibir el sentimiento de "piña" del que dan ejemplo los estamentos de la UD Ourense.
Para las dos es una grata sorpresa disfrutar de estas emociones fuertes en su primer año como futbolistas. "Es la primera vez que le doy a un balón -indica Noe-. Había jugado al hockey, pero en mi vida jugué al fútbol. Soy amiga de jugadoras que estaban en el Barbadás, que se deshizo, y se decidió empezar de cero en la UD Ourense. La verdad es que no esperaba quedarme porque pensaba que habría mucha más gente y mejor, pero tuve la suerte de entrar en el equipo y la sigo teniendo".
Cris asegura que "desde siempre" le gusta el deporte y el fútbol en concreto y que por una amiga se enteró de que se ponía en marcha la sección femenina de la UD. "Fui por probar y me salió bastante bien. Estoy muy contenta porque había gente que ya sabía jugar y pensé que harían una selección, pero me quedé", señala.
El doble vínculo
Noe, que prepara la oposición para maestra de música, y Cris, que cursa un ciclo superior de Comercio y Marketing, prolongaron hasta las filas unionistas el vínculo que compartían en la Real Banda. Noe, que toca los dos tipos de gaita, llegó a la escuela en 2002 y Cris lo hizo en 2009. En la actualidad lleva el bastón de mando, después de pasar por percusión y gaita. "Ya tocaba en Suiza, desde los siete años, en una banda que tenía mi tío. Y cuando me vine para Ourense ya empecé en la Real Banda".
Cris asegura que intenta dedicarle el mismo nivel de pasión a las dos facetas. "Ahora entreno más que ensayo porque nunca había jugado y en la banda ya llevo más tiempo. No lo dejas de lado, pero no hace falta tanto entrenamiento". Agradece a su padre que le insistiera en apuntarse al fútbol: "Me dan muchos ánimos, aunque la que va a los partidos es mi madre, porque él se va de caza". También le gusta la exigencia en la preparación y quiere seguir en la UD Ourense hasta que le dejen.
Conocer a la mitad del vestuario facilitó los primeros pasos de Noe en el fútbol: "No tuve que adaptarme al grupo porque ya tenía amigas y además me gusta el deporte y se me dio mejor de lo que esperaba". Señala que no tienen nada que ver el grupo humano y la atmósfera que se forman en torno a una camiseta que el de la Real Banda. "El vestuario es más pequeño y en el fútbol influye mucho más el factor emocional".
Noe expone su visión del contraste entre la vocación y el pasatiempo: "La música es mi vida, es a lo que me dedico y lo que quiero hacer en el futuro, pero el compromiso que exige el fútbol, la ilusión por conseguir ese ascenso, es mucho mayor". Ve "una gran oportunidad" en la UD Ourense para el fútbol femenino. "No nos falta de nada y se preocupan de todo. Contar con una sección masculina con tantos seguidores ayuda mucho. Somos una plantilla amplia y no hay rencillas, aunque también es el primer año y los resultados son buenos".
