- ¿Hace mella en el ánimo el esfuerzo de cambiarle el paso a un histórico del fútbol ourensano?

- No. La crítica me da igual. El Antela se ha marcado un objetivo de pueblo y, si no se cumple, se dará paso a otros. Si quieren seguir con esta forma de hacer las cosas, bien, y si no que la cambien.

- ¿Qué pronóstico da para la pelea por el ascenso a Preferente Autonómica?

- Un equipo que me sorprendió para bien al principio fue el Francelos, aunque se ha venido abajo. Hay dos que sobresalen, el Nogueira y el Bande. Son los rivales a batir desde el principio. También apareció por ahí el Allariz, que tiene mucho mérito al contar con gente de casa y con un bloque al que ha dado continuidad en los últimos cinco o seis años. Esa tiene que ser la línea a seguir por el Antela.

- ¿Ha aparcado el fútbol profesional o el semi?

- Ahora estoy en la escuela de entrenadores, con cursos, pero ya tengo ganas de volver a competir. Seguramente, para el año me iré a alguna categoría superior. Hay varias opciones por ahí como preparador físico, que es lo mío. Lo de entrenador fue un remiendo de circunstancias.

- ¿Está olvidado el paso por O Couto como preparador físico con Cándido y Patxi Salinas?

- Es una etapa que me marcó. El club desapareció, pero quedan muchos recuerdos.