Una zancada al límite en una de sus características arrancadas a reacción, cuando solo iban 15 minutos del choque contra el Ribadavia, puede costarle una larga vigilia al lateral de la UD Ourense Julio Álvarez. Ayer se confirmó la rotura en el bíceps femoral de su pierna izquierda, como apuntaban todos los indicios desde que instantáneamente se giró hacia el banquillo para pedir el cambio. "Fue al estirar la pierna en el salto. Noté el trallazo y aquel dolor no era normal. No daba ni apoyado el pie. Ahora ya no es tan fuerte, pero todavía hay mucha inflamación", describe el valdeorrés sobre sus sensaciones. El contratiempo es más inoportuno si cabe porque Julio Álvarez estaba disfrutando en el campo. "Con lo bien que estamos y con lo bien que nos lo estamos pasando, es una pena lesionarse ahora", lamenta el zaguero.
Julio Álvarez había tenido que parar a finales del pasado año convaleciente tras un aparatoso accidente de tráfico que también dejó fuera de combate a su compañero Julio Salgado, que enfila ahora su reaparición en los terrenos de juego. Recuperaba su mejor versión cuando le sobreviene esta lesión fibrilar que afronta, al menos, con la satisfacción del deber cumplido: "Cuanto antes podamos celebrar el ascenso mejor, porque ya se ha sufrido bastante esta temporada", reconoce el futbolista.
Ni en la contrariedad pierde el sentido del humor Julio Álvarez, que pondrá todo de su parte para llegar a tiempo al partido de la celebración del ascenso de la UD Ourense a Primera Autonómica. "Si el míster volvió en un mes, yo espero estar listo en 15 días", anuncia el defensa.
