El Keltia Rugby Ourense es un equipo hecho a sí mismo. A escote y sostenido por muchos hombros. Quizás por eso se celebran con más sentimiento las alegrías. Con apenas dos años de vida, el ascenso logrado el pasado domingo a la primera categoría del rugby gallego es todo un espaldarazo. Su entrenador, Ernesto Barbosa, siente "más que alegría" por el salto: "Este proyecto empezó hace dos años con la ilusión de que fuera bien y es un sueño que se haya realizado ya una primera etapa. Ahora que el primer equipo dio sus primeros frutos, hay que fortalecerlo y trabajar más en las categorías inferiores".

El Keltia, que la pasada temporada se quedó a las puertas del ascenso tras caer en el play off contra el Lalín, tiene una media de edad de 21 años, con la base del equipo cadete (por entonces del Campus) que se proclamó campeón gallego hace tres. No hay mejor materia prima para un entrenador apasionado por el rugby.

"Tratamos de trabajar la pertenencia -explica Ernesto Barbosa sobre las claves del éxito-. Estos chavales se pagaron 320 euros de la ficha y eso habla un poco de querer estar, de pertenecer. Es el compromiso que tienen ellos. Entrenan cuatro veces a la semana, más el tiempo que se pasan en el gimnasio. Eso marca la diferencia en una categoría que en realidad es de formación para la federación. Nos lo tomamos en serio". La puesta a punto "lógicamente da un plus sobre los rivales -agrega el técnico-. Son jóvenes y responden siempre, le metas la carga que le metas". Ernesto Barbosa subraya que "hay mucho trabajo dentro del campo y también fuera", con un gran grupo de trabajo y una afición que comienza a florecer. El juego también ha mejorado con los resultados, 10 victorias en liga con 433 puntos a favor y 20 en contra. "Es el reflejo del trabajo. Habla del esfuerzo de los chicos. Aquí nadie obliga a nadie, hay que entrenar bajo la lluvia, con frío, pero los chicos están metidos. Quieren más, están muy ilusionados y competir en Primera es otro desafío. Y este deporte se basa en desafíos. Si se desenvuelve uno individualmente, se desenvuelve el colectivo", indica Ernesto Barbosa.