El técnico del COB elogió la evolución del pívot Kyle Rowley, que en Burgos llegó a los 32 de valoración. "Hizo el trabajo que tiene que hacer. Le ha costado entenderlo porque el año pasado lo hizo muy bien y tuvo cantos de sirena, pero no entró en la ACB y siempre tuvo la cabeza muy dispersa en ese aspecto. Es un chaval excelente, es trabajador, pero para estar en ACB tiene que hacer muchas más cosas de las que hace. A través de mucho trabajo con él, le hemos hecho entender que si el llega a ACB es entendiendo que su trabajo es ser muy duro, bloquear muy bien, rebotear como un animal y luego meter las que le dan debajo del aro y eso lo está haciendo francamente bien".