- ¿Está satisfecho con el cambio del Polígono en estos seis partidos?

- Me encontré con una plantilla bien confeccionada, pero anímicamente los jugadores estaban bajos porque no se ganaba en casa. Había otras circunstancias internas que no me incumben pero que tampoco ayudaban y traté de proponer otra filosofía, porque el preparador físico es el mismo. En lo que más se ha trabajado es en lo psicológico y en aprovechar las cualidades que tienen los jugadores.

- Estaban a seis puntos del ascenso y ahora solo a uno.

- La verdad es que no quiero que miren para arriba ni para abajo, sino que jueguen el partido que toca cada domingo y que lo jueguen bien y lo ganen si es posible. Las cuentas se echarán a final de liga, aunque lógicamente queremos competir hasta el final por estar arriba. Yo no voy a decir que vine para ascender al Polígono, pero sí para quedar lo mejor posible.

- Motivación no les debe faltar para esas diez últimas jornadas tras encontrar el camino.

- Vamos a ir paso a paso, domingo a domingo, y si cuando falten cinco jornadas estamos en la pomada, iremos a por todas y a dar ese acelerón. Pero estamos también en la Copa Diputación y nos quedan partidos difíciles en los que además de ganar, tenemos que esperar a lo que hacen los demás.

- ¿La clasificación refleja por fin el potencial de la plantilla?

- El equipo estaba atenazado y no sé por qué, porque hay jugadores con mucha calidad que no daban el rendimiento adecuado. La primera premisa era que jugaran tranquilos, que se divirtieran en el campo que esta categoría es para eso y que no pensaran en el resultado. En casa costó más porque solo habíamos ganado dos partidos cuando llegué y fuera llevamos muchas más victorias, por lo que la clave estaba en jugar con tranquilidad.

- Es tremenda la cantidad de puntos (22) dilapidados en casa.

- Se perdieron muchos, demasiados. Con haber ganado la mitad este equipo estaría en cabeza. Es una cosa digna de analizar. Hasta esta semana solo jugué dos partidos en casa, uno lo ganamos y uno lo perdimos, pero creo que ya hemos dado con la tecla de jugar en casa con más solvencia. El equipo se apresuraba demasiado, quería ganar por la vía rápida, y hay que jugar con tranquilidad, macerar los partidos, que duran 90 minutos. Tenemos un gran campo y la plantilla no es larga, pero está compensada. No hay excusas.

- ¿Ve al Nogueira inalcanzable?

- Depende del partido de este domingo con el Taboadela. Es un partido de rivalidad y un partido trampolín que te puede meter de lleno arriba, porque después vamos al campo del Nogueira. Sería muy bueno conseguir estos tres puntos para ir allí, aunque ellos tienen un partido menos. Estamos a rebufo y, los bólidos que van a rebufo, a veces sacan algo de provecho.