"No le vamos a fallar a la gente", prometía el central de la Unión Deportiva Ourense Xurxo a principios de octubre de 2015, con tres derrotas en las cuatro primeras jornadas sembrando incertidumbre en el segundo proyecto unionista. "Era una pretensión", puntualiza cinco meses después, con el equipo líder indiscutible. No hay bola de cristal. Es el augurio de la experiencia, con dosis de optimismo y confianza, aunque para llegar con nueve puntos de renta sobre el tercero a diez jornadas del desenlace han tenido que ponerse las pilas.
"El inicio fue titubeante y nos costó adaptarnos a la categoría. Si no metes intensidad, sufres. Andando no se le gana a nadie. También fue llegando gente y nos acoplamos más hasta alcanzar un rendimiento óptimo", explica el zaguero. "Hubo que trabajar el factor psicológico para reaccionar porque te ves en una situación inesperada y hay que sacar fuerzas de flaqueza. El equipo sacó el carácter y también el fútbol hasta ser súper competitivo y fiable al 100 %. La racha habla por sí sola", agrega.
Hace tiempo que a la UD Ourense no le afecta que el rival se adelante en el marcador. Siempre ríen los últimos desde aquella remontada en Santa Cruz. "Eso demuestra lo cambiante que es el fútbol -apunta Xurxo-. Contra los rivales directos, la capacidad de reacción del equipo ha sido tremenda. Además, en casa los partidos se hacen larguísimos para nosotros y para los rivales. O Couto marca diferencias en la última media hora. Si tienes la cabeza fría, puedes resolver el partido al final y también hay que tener un punto de suerte. Al principio se perdieron partidos que no se mereció perder y ahora la dinámica es positiva y todo ayuda".
La bonanza no sacará a la luz el complejo de superioridad, sostiene el central unionista. "No vale de nada sentirse superior. Es tentador hacer más cuentas de lo debido pero, aunque suene a tópico, yo solo pienso en el próximo partido. Nos vienen dos desplazamientos complicados que habrá que trabajar y no hay por qué cambiar. Debemos seguir con la misma intensidad porque la competición ya nos demostró lo que nos puede pasar si no aplicamos esa intensidad en el campo", advierte Xurxo.
El tramo final del calendario depara seis salidas, en algunos casos a las casas de equipos que se juegan la permanencia. El defensa sabe que no les pondrán la alfombra para adelantar la celebración del ascenso: "En estos dos años se ha notado que nuestros rivales salen con una intensidad por encima del 100 % y con una motivación extra. Contamos con eso y debe automotivarnos. Ahora tenemos dos partidos fuera y, aunque no conozco esos campos, seguro que son partidos trabados en los que las áreas y la estrategia marcarán el resultado. Eso a priori, que el fútbol da muchas vueltas".
La UD Ourense puede ser juez del descenso, e incluso del ascenso, con ese duelo pendiente con el Arrabaldo. "En el tramo final de la competición todos tienen intereses y ese extra de motivación contra nosotros. El Arrabaldo me gustó. Es un equipo que sabe a lo que juegan, por lo tanto hay que seguir con nuestra línea, intratables en casa y fuera seguir como lo venimos haciendo", recalca Xurxo. Prefiere no hacer quinielas: "Desconozco las intenciones de los equipos, pero a alguno se le puede hacer larga la temporada. Hay enfrentamientos directos, después están los golaverajes y me da la impresión de que va a estar peleado hasta el final".
La amplitud de la plantilla debe incentivar esa competitividad y puede amortiguar también la incidencia de las molestias físicas que están aflorando. "Se nota la buena plantilla que tenemos. Lógicamente hay molestias y hacer tres o cuatro cambios que mantengan el nivel y que te aporten más chispa en el partido es una gran ventaja. El desgaste es importante, sobre todo en los que tenemos una edad".
