En la Unión Deportiva Ourense dan por encauzado el objetivo esencial de la temporada, el ascenso a Primera Autonómica, una vuelta después de tocar fondo, con la derrota en Amoeiro. "Ahora mismo lo tenemos de cara y en nuestra mano a raíz de que los resultados son favorables, porque cumplimos con nuestra parte ganando los partidos, y de que también los otros equipos están pinchando", expone el lateral Lucas Nieto.

Con lo mal que lo pasaron en los meses de septiembre y octubre, los unionistas tienen prohibido relajarse una vez afianzados al frente de la clasificación. "Lo que tiene el equipo es mentalidad ganadora, es voraz -subraya el defensa-. Jugará mejor o peor, estará más acertado o menos ante el gol, pero no baja los brazos. Entramos al vestuario enchufados, con esa tensión competitiva bien entendida, y por eso los resultados se están dando".

Al quitarse de encima el agobio de tener que ganar sí o sí para cumplir un objetivo vital para el club, el rendimiento del equipo no ha dejado de mejorar. "Eso ayuda, sin duda. Al principio, cuando estaban las cosas mal, nos costaba. En el propio campo nosotros mismos notábamos que no éramos capaces de reaccionar y te entran dudas. La ansiedad y el nerviosismo juegan en contra. Ahora, cuanto más relajado estás porque ves que el equipo responde, más te ayuda a conseguir resultados. Juegas con otra tranquilidad, no como antes, que te sentías atenazado", recuerda Lucas Nieto.

La ambición y la sensación de seguridad quedan constatadas en las incursiones de los laterales que, en su caso, han acabado en goles importantes ante el Santa Teresita y el Atlético Velle. "Es algo anecdótico -apostilla-. Cualquier jugador de fútbol tiene una labor en el campo y la de los defensas es defender, pero una vez que estás jugando te olvidas de eso y lo intentas. Se dio una situación así y Senén también la tuvo. Tal como estaba el partido, la única forma de entrar era por las bandas, con el dos contra uno o cayendo los mediapuntas. Así creamos peligro y lo conseguimos. Ellos dieron un bajoncito, buscamos profundidad y llegaron los goles".

En el once titular del pasado domingo había cinco jugadores menores de 23 años. Lucas Nieto da por superado el proceso de cohesión que tuvo que asimilar el equipo: "Lógicamente los chavales están más tranquilos que al principio y se van aplomando. Los veteranos le dan pautas de cara al futuro porque nos tendremos que retirar, no porque queramos, sino porque la edad no perdona, pero a ellos se les ve más asentados de cara a coger el testigo". En su caso espera que la retirada sea "dentro de dos o tres años" si siguen respetando las adversidades físicas. "Por fortuna, nunca tuve lesiones graves, solo alguna muscular como la de octubre. Estuve dos meses fuera, pero me vuelvo a sentir bien", agrega.

El apetito se le agudiza ante partidos como el del domingo ante el Amoeiro en O Couto. La victoria sería una zancada hacia el ascenso, reconoce. "Es un partido que todos, jugadores, técnicos y aficionados, tenemos ganas de que llegue porque nos ganaron al principio de la liga. En la primera parte no estuvimos bien, pero en la segunda pudimos marcar varias veces y, por esa ansiedad, el balón no entró. Ahora la suerte está de cara, pero hay que tener mucho ojo porque es un momento de la liga en la que puedes fallar con cualquiera", advierte.