Los miembros de la Asociación de Exjugadores de Club Deportivo Ourense y la directiva y el entrenador de la UD Ourense tuvieron ocasión de reprocharse ayer a la cara, y lo hicieron con aspereza por momentos, los motivos de la ruptura del pasado verano. El presidente del colectivo de exjugadores, Carlos Bericat, tomó la palabra en el turno de ruegos y preguntas para criticar que fuera la directiva y no una asamblea de socios la que decidiera "prescindir" de la asociación y que se les había negó información para convocar una asamblea extraordinaria. En cuanto al detonante de la crisis, Bericat desveló que propusieron la destitución del entrenador, Antonio Dacosta, por "no estar a la altura y traicionar nuestros principios" al fichar a su hijo Cristian y al mantener en el equipo a su sobrino, Roberto Dacosta. Recordó que la asociación fue la encargada de formar el 90 % del equipo del primer año y del 70 % de la actual plantilla, así como de una captación masiva de jugadores de la base, de gestionar los entrenamientos en Salesianos y de distintos convenios publicitarios. "Nuestra honorabilidad está a salvo, nadie ha cobrado un duro, y nuestra idea era consensuar pero ni el entrenador ni la directiva lo entendieron", indicó Bericat. En su réplica, Antonio Dacosta indicó que había presentado dos veces la dimisión a la directiva porque se le quiso imponer la composición de la plantilla: "Si no tengo la potestad de opinar sobre los jugadores que voy a entrenar, que entrene otro, por eso puse el cargo a disposición". La directiva lo tuvo claro: "Si tengo que echar a un entrenador que asciende y gana todos los partidos, antes me voy yo. No se le pasa por la cabeza a nadie", indicó Damián Domínguez, que les reprochó a los exjugadores que se enteraron de los primeros fichajes por la prensa y de "ir por libre". "Pasasteis olímpicamente de nosotros. Nos tomasteis como los tontos útiles para trabajar y dar la cara", agregó. La directiva recordó además que la Ley de protección de datos impide dar el listado de socios que reclamaron. "Este ha sido el mayor trauma que ha tenido el club y bastaría con una llamada para pedirnos una asamblea extraordinaria porque la convocaríamos al día siguiente", lamentó Modesto García.