Para David Baltar Iglesias ha sido un honor vencer en la 31ª edición del Abierto Internacional Aninovo Barrocás, "un torneo clásico donde los haya, el más clásico de Galicia", apunta el veterano ajedrecista ourensano. "Es un torneo que vale la pena seguir promocionando y mejorarlo", agrega.

David Baltar matiza que le hubiese gustado ganar con más claridad y hacia el sistema de competición enfoca una sugerencia. "Uno queda satisfecho relativamente porque no fue un dominio claro del torneo. Algo de justicia hubo con el desempate, porque la partida difícil que le gané al segundo es la que valió el torneo, pero pudo haber sido de otra manera porque el desempate es la lotería".

Ha propuesto a la organización con el único objetivo de "mejorar el espectáculo" que, en lugar de mecanismos preestablecidos, instaure una partida a muerte súbita: "Serían partidas rápidas, con obligación de ganar para el que juegue con blancas. Es el sistema en todos los torneos de categoría. El que gana, realmente se siente más a gusto porque ha ganado partidas".

Además de las fechas navideñas en que se disputa el torneo, David Baltar se queda con otra particularidad de la tradicional ya cita de Barrocás: "Los jugadores jóvenes que van progresando, y que son muchos y no se les ve habitualmente porque están en sus categorías menores o porque hay pocos torneos, ahí se les ve a todos".

El ganador del torneo elogió la igualdad de la competición y en concreto el papel de las promesas: "Los muchachos van progresando, jugadores de verdad que trabajan su ajedrez. Cada uno a su manera, con las ayudas informáticas que hay hoy se progresa diez veces más rápido que hace años".

David Baltar incide en el contraste generacional de la formación: "Se les va notando que progresan a los que siguen el ajedrez y lo trabajan. Hoy se puede hacer de muchas maneras, porque en internet puedes practicar contra jugadores de todo el mundo, grandes rivales. Ya no se tiene el club presencial, no se siente la partida de la misma manera porque no se tocan las piezas con la mano".

A los jóvenes le dedica un consejo: "Que tengan pasión por el juego, ganas de seguir comprendiéndolo y mejorándolo, que es como mejorarse a uno mismo. El ajedrez es un reflejo de todo y te orienta para todo en la vida. Es una gran ventaja conocer el ajedrez e irlo desarrollando al ritmo que quieras".

La madurez potencia la comprensión pero resta posibilidades, admite: "Hay muchas tensiones y a medida que vas comprendiendo más el ajedrez, lo juegas peor. Le pasa a mucha gente con los años, pero te compensa por el placer de ver partidas de grandes torneos, ver cómo avanza el ajedrez en el mundo. El placer del análisis compensa el déficit en la cuestión deportiva".