La Unión Deportiva Ourense llega al último partido del año en el estadio de O Couto (16.00 horas) con la posibilidad de dar otro pequeño salto en la remontada que emprendió hace siete semanas. Una victoria esta tarde de los unionistas ante el Barra de Miño, antepenúltimo clasificado, significará alcanzar la cuarta posición y mantenerse a tres puntos del ascenso.
El conjunto que entrena Antonio Dacosta encara con tres bajas el encuentro. Faltan el portero Samuel, lesionado en el partido copero contra el Covadonga, así como el lateral Julio Álvarez y el delantero Julio Salgado, autor de cuatro tantos el pasado martes en Eiroás, que ya han recibido el alta hospitalaria tras pasar dos días ingresados debido a un accidente de tráfico. Esta tarde estarán animando a sus compañeros en O Couto.
Héctor defenderá la portería protegido por una defensa en la que Omar y Senén serán los laterales. La pareja de centrales reúne a Tito Currás y Sergio. En el centro del campo repiten con respecto a la goleada en Leiro Omar y Julio Martínez. El plan de ataque dispone a Cristian en la banda derecha, a Brais en la izquierda y a Roberto Dacosta como mediapunta. Xaco completa el cuarteto de la delantera más acertada de toda la Segunda Autonómica gallega (solo el Xuventude de Cambados, líder del grupo 11, han superado ya la barrera del medio centenar de tantos).
El portero juvenil Andrés, los centrocampistas Roberto Almeida y Fran Álvarez y los delanteros Jorge y Bryan completan la lista de convocados para abordar a un oponente que encadena cinco derrotas. Hasta la octava jornada, la liga del Barra de Miño estaba siendo notable, con victorias en el campo del Caldelao o sobre el Arnoia en O Tato, pero desde noviembre su declinar clasificatorio le ha conducido a puestos de descenso.
La trayectoria de la UD Ourense ha sido inversa, tanto en puntuación como en sensaciones sobre el campo. Tanto han crecido que después de ceder nueve puntos de desventaja sobre los puestos de ascenso en el tramo inicial de la liga en O Couto ambicionan instalarse en ellos antes de que concluya la primera vuelta. Necesitan los pinchazos de los rivales y sobre todo no fallar, porque las cuentas se emborronarán otra vez si caen en un exceso de confianza antes de la cuesta de enero que les medirá a Arnoia, Loñoá y Santa Teresita.
