Dos caras de felicidad y una cruz dejó la cuarta edición del Rallye Ribeira Sacra, con el que finalizaba una temporada más sobre el asfalto ourensano el campeonato gallego de rallyes. La celebración más efusiva fue la de los hermanos vigueses Álex y Santi Pais, a los mandos de un Mitsubishi Lancer Evo X, con el que se proclamaron campeones gallegos sin necesidad de subirse al podio de Luintra.

Fueron quintos a casi 2 minutos y 40 segundos del vencedor, el gran favorito Iván Ares, con lo que bastó la ventaja de 31 puntos con la que acudían a Ourense sobre Alberto Meira, segundo en la clasificación provisional. El de Vincios, con otro Mitsubishi, fue pasto de la impotencia y la rabia a medida que discurrían los tramos porque desde la mañana solo le quedó la opción de proclamarse campeón gallego si sus directos rivales cometían un fallo estrepitoso.

Un problema en el palier de su montura arruinó las opciones de Alberto Meira, que solo podía correr con la tracción trasera en los tramos que quedaban por delante. Ya en meta, Meira lamentaba su infortunio especialmente por la ilusión con que acudía a las carreteras ouresanas, aunque dio una lección de cortesía felicitando tanto a los ganadores del campeonato como a los de "un rallye precioso", al tiempo que les pidió revancha para la próxima temporada en caso de que siga en carretera.

Los más rápidos fueron los Porsches. El de Iván Ares confirmó la hegemonía que se anunció en el pequeño prólogo de Castro de Beiro. Los coruñeses solo concedieron dos scratchs a Pedro Burgo, en la primera pasada al tramo de Baldrei-Maceda y también la primera vez que se transitó por el Vilanova-Luintra.

En esa especial se produjo el percance más peligroso de una jornada tranquila en líneas generales, cuando el Ford Fiesta pilotado por Celestino Iglesias sufrió una aparatosa salida de vía sin mayores consecuencias para los navegantes. Casi un centenar de los 125 vehículos autorizados a tomar la salida completaron los 85 kilómetros cronometrados.

Un total de 41 minutos, 51 segundos y 777 milésimas empleó el ganador de la prueba, con 35 segundos de renta sobre el segundo, Pedro Burgo, y casi un minuto y medio sobre el andorrano Joan Carchat, del ACSM Team, como los ganadores del Autonómico. Iván Ares se mostraba muy contento a la conclusión de un rallye que le trae "grandes recuerdos y otros no tan buenos", además de agradecer el apoyo de una afición que le hace sentirse en casa y el trabajo del equipo que hizo posible redondear una extraordinaria temporada en resultados y sensaciones.