La primera derrota a domicilio enfadó al entrenador del Club Ourense Baloncesto, Gonzalo García de Vitoria. El bilbaíno considera que su equipo falló donde menos debía hacerlo, en defensa, y particularmente en la vigilancia sobre el alero norteamericano del Oviedo, Jordan Swing.
"No estoy contento porque hemos cometido muchos errores. En la primera parte controlamos lo que queríamos controlar, defendimos bien los puntos fuertes de Oviedo. Pero también habíamos hablado de cómo defender a Swing y en la segunda parte, de algo que era básico, lo hemos hecho siempre mal. Tuvimos que pedir un tiempo muerto a los tres minutos para explicar algo que teníamos que saber a la perfección", explicó Gonzalo García.
El entrenador cobista considera que su equipo "habría sacado el partido" si se hubiese ajustado al plan defensivo. "Me preocupan las malas ayudas que hemos hecho, ayudas absurdas, y sobre todo que no hayamos defendido un bloqueo directo lateral. Me voy enfadado por no controlar a Swing. Quizás nos hubieran ganado igual, pero obligándoles a buscar otras opciones. Nos ha costado el partido porque nos ha metido tiros con absoluta facilidad, de los que le gustan a él. No puede ser, que tire otro jugador".
García de Vitoria incidió también en el pésimo porcentaje de acierto desde la línea de tiros libres: "Evidentemente, fallando 11 tiros es complicado ganar en cualquier pista. Tuvimos un 54 % en tiros libres. No digo meterlos todos, pero si metes ocho el partido está empatado. Pero eso no lo puedes controlar. Nadie falla adrede, y tenemos carencias. Hay jugadores jóvenes como Barreiro, que es buen tirador y dos no tocaron ni aro. Jugar esta competición es un aprendizaje para muchos jugadores".
Nombres propios
En cuanto a claves individuales, el entrenador del conjunto ourensano reconoció que el pívot Kyle Rowley no cuajó un buen partido en Pumarín. "Está autopresionado. Tiene que soltarse porque está obsesionado con la ACB y con la opción de dos temporadas de su contrato".
García de Vitoria explicó además que el veterano Guillermo Rejón entró tarde en el partido debido a una microrrotura en la ingle. "No se entrenó en toda la semana, pero Guille siempre quiere jugar y tratamos de que fuera el menor tiempo posible. Ojalá lo hubiéramos tenido desde el principio porque este era un partido para hombres".
En el capítulo positivo, el preparador cobista destacó la aportación del base Juan Ballesta: "Ha jugado el mejor partido desde que ha llegado. Cometió pocos errores y atrás estuvo genial. Tiene una intuición especial en el robo y estoy contento por él". Pese al mal sabor de la derrota, el técnico elogió las ganas de evolucionar de su plantilla.
