El defensa de la Unión Deportiva Ourense Sergio Pérez espera por su debut en liga un mes después de comenzar a rodar el balón. Tampoco será este fin de semana, en la cita adelantada al sábado en O Couto contra el Atlético Velle, aunque su reaparición tras completar con buenas sensaciones la pretemporada no debería pasar de octubre. No es el único que se encuentra al final de la cuenta atrás.
"Vamos poco a poco. Ya me estoy recuperando, pero creo que hasta dentro de dos semanas, nada", explicaba ayer el jugador que el pasado verano llegó del Barbadás. Un infortunado lance de entrenamiento en agosto le provocó un grave esguince de tobillo: "Al principio no parecía tanto, pero tenía el peroné afectado", aclara. Ya se ha desprendido de las muletas, pero no tiene la confianza necesaria para competir: "Cada vez piso con más seguridad, pero al hacer un esfuerzo todavía tengo sensación de dolor".
El tiempo de baja le ha permitido asimilar el revés. "Son cosas del fútbol, aunque te fastidia estar toda la pretemporada trabajando y ver que empieza la liga y que no puedes jugar", afirma Sergio. La espera le ha multiplicado las ganas de volver a los terrenos de juego.
En una situación similar se encuentran dos de los veteranos del equipo y otro de los jóvenes. Tampoco han podido jugar todavía los centrocampistas Fran Álvarez, debido a un lesión muscular desde uno de los partidos de preparación de agosto, y Roberto Almeida, al que una dolencia lumbar le impidió incluso hacer la puesta a punto veraniega. Felizmente, su inquietud parece haber quedado resuelta y todo apunta a que pronto se le podrá ver en el campo.
El delantero Adrián Rodríguez también enfila la reaparición al quedar subsanado un problema fibrilar que le ha mantenido en el dique seco los últimos meses. A las ausencias de larga duración se han unido contratiempos puntuales como los vividos por el centrocampista Diego Soto, que no jugará mañana contra el Atlético Velle para no agravar una sobrecarga muscular, o el portero Samuel, quejado de intensas molestias en una rodilla.
Desde septiembre no han dejado de aflorar dificultades de esa naturaleza. Su acumulación ha diezmado las prestaciones de un equipo en pleno proceso de formación. Sergio Pérez, que lo ha podido ver desde la perspectiva que da la grada, entiende no obstante que las alarmas en el tramo inicial de liga son prematuras: "Al equipo lo veo bien y seguro. Es un buen grupo. Los resultados no acompañaron, pero es mejor pasar el bache al principio que cuando ya no queda tiempo para remontar".
El zaguero entiende que las distancias en la clasificación con solo 15 puntos repartidos "son muy salvables porque queda mucho", aunque en los tres desplazamientos que ha dejado atrás el conjunto unionista ya ha podido constatar que "ganar puntos fuera va a estar complicado". Con esa premisa, el margen de error en casa se reduce mucho y hace más necesario vencer al rival que sea.
