A Marcial Martínez, entrenador del Atlético Velle, se le pone la piel de gallina ante la ocasión de reencontrarse con el estadio de O Couto. La visita de mañana (17.00 horas) para enfrentarse a la UD Ourense le recuerda las finales de Copa que disputó cuando estaba en activo, desde la Preferente hasta la Segunda Autonómica. "Dejé el fútbol por un problema en la cadera, pero todavía me siento medio futbolista y me emocionan los recuerdos que tengo del campo", apunta.

Desde la óptica de técnico, Marcial Martínez considera que "O Couto es un campo grande, pero grande para todos" y que el anfitrión casi siempre contará con el problema añadido de que los visitantes "jugarán con los dientes apretados". Espera que sus futbolistas no sean la excepción, aunque el grupo llega diezmado. "Les he dicho que parece que no quieren jugar en el Couto -apostilla con ironía-. Tengo cuatro sancionados, dos lesionados y dos que no pueden jugar porque trabajan. De una plantilla amplia, quedamos 15".

En cinco jornadas se le han acumulado las tarjetas al Atlético Velle, aunque el entrenador aclara que "no pasa nada con los árbitros". Agrega que el nivel del arbitraje es acorde con la categoría y atribuye a la "impotencia" ante decisiones que considera muy discutibles alguna de las reacciones que le han costado hasta cinco partidos de sanción a dos de sus futbolistas.

El balance del equipo tras las cinco primeras jornadas es de cinco puntos, fruto de una victoria sobre el Caldelao (4-2) y dos empates con el Santa Teresita (3-3) y el Trives (2-2). También han perdido con el Loñoá (3-0) y, el pasado domingo, con el Amoeiro (1-3), el colíder del grupo 9 de Segunda Autonómica junto con el Arnoia. "Es el equipo que más me ha sorprendido porque tiene mucha gente joven y no me esperaba que empezase tan arriba", explica Marcial Martínez. "La liga es muy larga y cambia mucho la clasificación", agrega para referirse al abanico de aspirantes al ascenso, entre los que incluye a la UD Ourense a pesar de sus titubeos iniciales. "Han empezado mal, pero los veo arriba. En el torneo que hicimos en verano me gustaron mucho. Les vi con un ritmo muy alto y con gente veterana. Es importante correr, pero también para donde corres". Marcial Martínez, que fuera compañero del unionista Iago Garrido en la cantera pabellonista, augura mucha emoción: "No se recuerda una liga tan fuerte. Hay seis o siete equipos duros. Será una liga igualada y se perderán muchos puntos".