El calendario de desplazamientos no ha comenzado generoso con la Unión Deportiva Ourense. El equipo afrontó con recelos el encuentro inaugural en el campo del Atlético Arnoia, donde se confirmaron los temores con una derrota por 2-1. Los unionistas también se toman con mucha precaución la visita del tercer domingo de liga, al campo de A Carabina de Loñoá, que les llevará a otro escenario que conocen tras la experiencia copera de la pasada temporada.

Aquella eliminatoria a partido único, disputado el 28 de diciembre con una excelente afluencia de aficionados, se resolvió con un gol de Julio Salgado. Sin embargo, el conjunto que entrena Julio Pablo Vázquez puso en serios aprietos a los de Antonio Dacosta. La estadística refrenda la condición de anfitrión temible del Loñoá.

Desde aquel tropiezo contra la UD Ourense no han perdido en casa. De hecho, en el anterior campeonato de liga, solo cayeron en un encuentro en casa. Fue en la séptima jornada, hace 11 meses, cuando cayeron ante el Leiro por 3-2. Los dos equipos del grupo noveno que ascendieron, A Peroxa y Francelos, no fueron capaces de ganar en un campo de A Carabina del que solo se escaparon tres empates. En la presente liga, los de Pereiro de Aguiar se impusieron en su feudo al Atlético Velle (3-0) y el pasado domingo fueron derrotados en A Penafita por el Amoeiro, con dos goles prácticamente consecutivos.

Después de su holgada victoria cosechada en el estadio de O Couto contra otro recién ascendido, el Palmés, los unionistas buscan sus primeros puntos a domicilio, con el objetivo de avanzar hacia las posiciones de ascenso, que en este momento ocupan el Amoeiro, el Santa Cruz de Arrabaldo y el Melias, con el pleno de seis puntos. En todo caso la victoria forastera se cotiza cara, ya que solo cuatro equipos han ganado en campo ajeno en las dos primeras jornadas del grupo noveno de Segunda.