- ¿Está asimilada ya la derrota de la primera jornada en Arnoia?

- Sabíamos que podía suceder porque ya lo pasamos mal la temporada pasada allí, pero sí es verdad que la gente estuvo esta semana un poco de capa caída. La derrota se juntó con lo del míster (Antonio Dacosta estuvo ingresado esta semana por un problema de salud) y hubo caras 'medio' largas.

- No les salió nada bien.

- No se puede sacar nada en limpio de esos campos, ni con la excusa de que sea el primer partido. Hubo pocas ocasiones y mucha guerra en el medio del campo, que es lo que les va a ellos. Les fuimos a jugar a eso y nos salió muy mal, aunque tuvimos nuestras ocasiones y no las metimos.

- ¿Sirve de lección para jugar fuera de casa?

- Más que nada, el campo fue la clave. La pretemporada fue bastante buena, jugando contra rivales de categoría superior y, sin embargo, jugamos el peor partido. Ellos fueron más fuertes que nosotros a la hora de pelear. Cuando se juega a eso tenemos las de perder, pero con el balón por el suelo tendremos las de ganar. El campo fue más importante que el rival o que nosotros mismos. Nos volverá a pasar en otros campos de tierra que hay en la liga o contra el Loñoá o el Arrabaldo, que son campos sintéticos pero pequeños y contra rivales fuertes van a estar arriba.

- ¿Cómo ve al equipo después de tantos movimientos?

- Tiene muy buena pinta. Ganamos en físico y rejuvenecimos el equipo mucho. Se perdió algo de calidad o de saber estar en el campo, pero se ganó en físico. Las segundas partes se deberían aguantar mucho mejor.

- En casa, además, hay que enganchar al aficionado.

- Creo que no deberíamos fallar. Ni siquiera conceder un empate, sea quien sea el rival. O Couto es un campo perfecto para cómo sabe jugar este equipo y para cómo quiere el míster que juguemos. No van a ser las goleadas del año pasado, pero si controlas el partido al principio, en la segunda parte deberíamos hacerles daño a todos.

- ¿Qué espera del Palmés?

- Me han comentado que tienen prácticamente el mismo equipo de la temporada pasada, con una o dos caras nuevas. Si son los mismos, deberíamos ganar, pero nos va a costar. Partidos fáciles no va a haber porque sabemos cómo se motivan ante la UD Ourense. Al domingo siguiente los ves contra otro equipo y te preguntas si son los mismos que jugaron contra nosotros.

- El ritmo de renovaciones de carnés confirma que la afición sigue detrás.

- Eso va bien. La gente se está enganchando. La vi un poco descolocada con lo que pasó entre el club y la asociación de exjugadores, pero aquí lo que vale es el nombre de la UD Ourense y, como el equipo vaya bien, se van a enganchar todavía más, que realmente es lo que tiene que pasar.

- ¿Qué espera personalmente de la temporada?

- Tener minutos está fastidiado. Echando cuentas, menos dos jugadores, el resto puede jugar en dos o tres posiciones y yo tengo delante a tres jugadorazos. Entonces me veo rezagado, pero sigo entrenando y cuando me toque, intentaré aprovechar la oportunidad. Cada vez se exige más y todavía necesito estar mejor y para eso estoy trabajando. El otro día no me esperaba no salir, porque Antonio no es de los que deja a un jugador en el banquillo. Fue un chasco estar 40 minutos calentando. Ya estaba 'ardiendo' entre lo que pasaba en el campo y por no salir ni cinco minutos, pero supongo que el míster estaría metido en el partido y no en lo que pasaba en la banda.