El jugador de la Unión Deportiva Ourense José Luis Iglesias Rodríguez, Cote, se incorpora la próxima semana a una escuela de fútbol privada para niños de 6 a 12 años en China sin sentir vértigo ante el vuelco que da su vida. "Fue todo tan de golpe que no da tiempo a que te dé miedo. Lo estoy preparando todo, el miércoles me marcho y a tope". Desde la perspectiva de entrenador de cantera, en Shanghái le espera una oportunidad irrenunciable: "Sobre todo la experiencia, que es lo que vale, y las condiciones también son muy buenas. No me pude negar ni quise".
Cote se enteró de ese lejano horizonte laboral a través de un compañero de trabajo en el Club Santo Domingo. "Nos enteramos que un amigo suyo se iba a China a hacer las pruebas para una escuela de fútbol como entrenador y que le dijeron que hacía falta gente. Mandé el currículo y a los dos o tres días me llamaron para hacer una entrevista en inglés por Skype".
Al día siguiente de esa conversación con el que acabaría siendo su nuevo jefe, le confirmaron que entraba en los planes del centro formativo: "Me dijo que me fuera para allí ya y estuve arreglando estos días el tema del visado. Hay bastantes cosas que hacer porque no es fácil viajar a China si no tienes vuelo y reservas de hoteles contratados, pero me pusieron todas las facilidades para el viaje". Su cometido en ese centro formativo de fútbol será programar y dirigir las sesiones de entrenamiento, para lo que contará con la ayuda de un traductor chino. "A él es al que realmente tengo que decirle cómo va la sesión y todo el tema de metodología de la temporada. Él la dirigirá y yo me encargaré de que todo vaya bien y de solucionar los problemas que haya. Interacción con el niño tendré poca en principio, aunque intentaré aprender todo el chino que pueda".
Diez meses
A Cote le queda un último filtro, ya sobre el terreno, aunque confía en que su estancia en China dure al menos diez meses. "Me dijeron que iba a prueba y fueron bastante claros al avisarme de que si fallo, me mandan para casa, pero si todo va bien me quedaré hasta el 30 de junio de 2016. Un mes como mínimo voy a estar allí, pero ya que vas, quieres quedarte y si la escuela hace toda esa inversión en el viaje es para que te quedes porque había diez plazas libres y solo tenían dos entrenadores".
Su inesperada partida deja sin entrenador al juvenil B del Ourense Club de Fútbol, a los infantiles del Bosco Salesianos y una ficha libre en la plantilla de la Unión Deportiva Ourense, el equipo al que se incorporó el pasado verano tras una trayectoria que va desde el Pabellón, CD Ourense, Melias, Barco, Verín, Arenteiro al Celanova. "Dentro de todo lo positivo que es encontrar esa oportunidad, me da pena dejarlo porque tenía mucha ilusión por los equipos que iba a entrenar este año y por jugar con la UD Ourense".
Una mala jugada del fútbol se lo va a impedir por un largo tiempo debido a que en el partido amistoso que los unionistas jugaron el pasado 12 de agosto contra el Pontevedra sufrió una lesión de rodilla cuya gravedad se confirmó ayer. "Tengo el ligamento cruzado y el anterior roto. Trataré de operarme si quiero volver a jugar", afirmaba este futbolista ourensano de 23 años mirando más allá de su futuro inmediato en Shanghái.
