Era un domingo para el delantero centro. De ataques amasados y vuelta a empezar. La Unión Deportiva Ourense tuvo que poner todo el empeño para acabar con la resistencia de un Sporting Carballiño amurallado. Estaba en juego el liderato y la racha de victorias que ya va por los dos dígitos. Cuando más se le necesitaba apareció Santi para rematar el balón que vale el undécimo triunfo. El de la paciencia. Fran envió el balón sobre la primera línea de defensores y Julio Álvarez, extremo para la ocasión, centró al límite y el '9' se salió con la suya. La grada estalló al mismo tiempo que se sacudía la red. Era el júbilo por ganar raspado.

Esta vez el primer tanto no bastó para desbravar al rival. Después de varios disparos que solo serían de advertencia, la pelota acabó entrando al filo de la media hora, en un ataque trenzado por Xaco y Roberto Almeida que frenó en primera instancia el portero. Lucas Nieto tomó impulso para coger el rebote y cabeceó el balón a gol. La réplica fue forastera y por dos veces, con intervenciones de mucho mérito, el portero Cristian le ganó el cara a cara al delantero Iván.

En el tercer coletazo llegó el gran gol de Anxo, que dirigió un misil desde la frontal imparable. También era un domingo de guardametas y Álvaro protegió con sus dominios a capa y espada. En el primer minuto de la reanudación estiró el brazo hasta el poste para desviar un lanzamiento de falta del reaparecido Ramón Dacosta. Tras los deslices del primer tiempo, la defensa del UD Ourense apenas fue molestada en la segunda parte porque al rival le sació la posibilidad del empate. Ya solo se jugó en una mitad de campo. Y al ajedrez. Calculando riesgos unos y asediando otros.

En el turno de cambios Valderas dejó el puesto en la medular a Fran Álvarez, que había tenido que pasar la noche en vela y guardó fuerzas para el segundo tiempo. Con media hora de margen, Santi ocupó el puesto de Roberto Dacosta con el objetivo de prolongar su racha personal, a gol por partido tras mojar ante el Castrelo y el Cenlle. Víctor Arias se sumó a los retoques y la grada también se pidió un gol.

La afición del UD Ourense alentó cuando al equipo le costaba encontrar el camino. Hay afición para las tardes de relax y goles y para las de dejarse la garganta y las uñas por la incertidumbre del resultado.

El segundo gol, para la segunda victoria por la mínima que consigue el UD Ourense y de nuevo en casa, significa el regreso al liderato en el tira y afloja con el Palmés. Con una visita a Parada de Sil por medio, el encuentro con los vecinos proclamará al campeón de invierno y probablemente también al de primavera. Será el 20 o 21 de diciembre, quizás el momento oportuno para hacer la fiesta de reapertura del estadio de O Couto y para darle el último adiós al responsable de que todo haya tenido que empezar de nuevo.