José Luis Fernández, miembro de la Asociación de Exjugadores de Club Deportivo Ourense en calidad de defensa de los años 80, no oculta su sorpresa por la "repercusión" que ha alcanzado la Unión Deportiva Ourense en sus tres meses de vida. Estuvo a pie de entrenamiento aquel iniciático 11 de agosto y no se ha perdido ningún partido, aunque sobre todo habla en clave de cantera. Por eso destaca los valores que transmite el primer equipo. "Son un ejemplo para todos. Es una pasada ver cómo se portan desde el primer día y cómo trabajan a cambio de nada. Y lo bueno es que van a más".

José Luis apela a la formación que les ha dado el fútbol para tratar de convencer a los que pueden mostrarse reacios a confiar a los exjugadores la tutela de la base. "La experiencia te da conocimientos. Al haber estado en el club en épocas buenas y malas, vas viendo cómo se hacen las cosas y tratas de valorar por qué salen bien o mal. Se da la casualidad que todos los que estamos en este proyecto somos de la casa. Gente con mucho sacrificio encima, a la que no se le valoró demasiado y que formó equipos que costaban pocos cuartos. Sin embargo los resultados están ahí". En letras de oro.

José Luis sostiene que un sector mayoritario de la afición siempre se identificará más con un jugador de casa. La ola de adhesiones a la Unión Deportiva Ourense confirma el peso del ingrediente emotivo del fútbol: "En mi época, de mi pueblo venían 15 o 20 personas al campo para verme. El sentimiento que puede aportar uno de aquí, la forma de entender y de tirar por las cosas, es totalmente diferente al que pueda tener uno de fuera".

El pasado sábado se celebró una reunión entre la directiva del UD Ourense y los exjugadores para dar un nuevo impulso a un entente que ha levantado de la nada un monumento en memoria del club de desaparecido y una esperanza que se ha ganado el afecto de un millar de socios. Partiendo de la premisa de que "hay cosas que mejorar y errores que solucionar", pero que "lo difícil era comenzar", José Luis valoró el cara a cara con los directivos como un acierto que contribuye a la cohesión al proyecto. "Se trata de unificar ideas, de repartir competencias, de que vaya ligado lo deportivo y lo económico para que todos los problemas que vayan surgiendo se puedan arreglar. Muchos se debieron a las prisas con que hubo que empezar, pero hablando y con buena voluntad se irán resolviendo", predice el exjugador rojillo.

Pulir, inculcar valores, generar "buen rollo" sin desviarse de la seriedad. La lista de deberes es amplia, aunque José Luis también lleva el foco a lo conseguido en tan poco tiempo: "Hay una ilusión muy grande tanto en el primer equipo como en la base. Se hizo todo de prisa y corriendo, pero por lo menos se intentan hacer las cosas bien. La ilusión sigue intacta y, por nuestra parte, lo seguirá estando".

El exjugador se desmarca de los objetivos a corto plazo: "Habrá cierta parte de la sociedad que no estará de tu parte, pero con trabajo se irá viendo que este club no es flor de un día. Queremos que perdure en el tiempo, y por constancia no va a ser". Por último, José Luis también suma su voz a las que claman por la reapertura del estadio de O Couto para los partidos del UD Ourense. "Si las instituciones no creen en nosotros es difícil hacer fuerza para que sea algo inminente, pero al final nos tendrán que llevar viendo la gente que se está sumando al proyecto", augura.