La Unión Deportiva Ourense vino al mundo con 30 grados a la sombra y mucho calor humano. A pie de cuna estaban fieles de Club Deportivo Ourense, desde presidentes y entrenadores hasta algunos de sus últimos empleados. Y sobre todo sus aficionados. Las viejas camisetas, algunas ya reliquias, volvieron a latir 112 días después del adiós a O Couto, cuando pocos sospechaban que el partido contra el Logroñés sería el último.

El debut del equipo en el que muchos ven al descendiente del Ourense tuvo un conmovedor éxito de público pese a los condicionantes disuasorios. La playa, la competencia, el luto. Tampoco importó el menú del bautizo. El fútbol ha sido despiadado con los ourensanistas, pero no les ha matado la ilusión por muchos peldaños que queden por subir. Los que gritaron "Ourense somos nós" con el último gol del primer partido la han depositado en su recién nacida Unión Deportiva Ourense.

A los dos minutos de vida, Adolfo Domínguez Cendón, uno de los futbolistas que más partidos jugó con la camiseta de Club Deportivo Ourense, le regaló el primer gol. Un disparo de larga distancia que se coló junto al poste. Había demasiadas emociones contenidas y el clamor fue atronador bajo la cubierta del Miguel Ángel González de Os Remedios. Xurxo, compañero de banda de Adolfo en el Ourense del 99, hizo el segundo tanto en el minuto 36, resolviendo la continuación de un saque de esquina. Aunque ayer jugó de central, tendría un par de ocasiones más. Julio Álvarez, Ramón Dacosta y Lucas Nieto completaron la primera defensa de la UD Ourense.

Diego Soto y Fran Álvarez fueron los centrocampistas elegidos por Antonio Dacosta. Xaco y Adolfo atacaron por los flancos, a la espera de servicios en largo. Roberto Almeida se ocupó de las funciones de enlace con el '9', Julio Salgado. El portero Héctor recibió el primer gol de la UD Ourense, antes de la hora de juego, cuando el delantero del Santa Teresita Miguel le ganó su palo. Víctor Arias, Fabio, Dani Malvido y Cristian Fernández dieron los relevos en la segunda parte, aunque el tanto espoleó al rival. Xaco acabó con la incertidumbre a diez minutos del final con un remate raso en el área.

El resultado contribuyó a que el entretenimiento fuese completo en la grada. Los aficionados tributaron una ovación a su equipo por un esfuerzo impropio debido a la elevada temporada y a una pretemporada atípica. Tampoco es frecuente en un partido de Copa Diputación entre un equipo de Tercera y otro de Segunda Autonómica tanta afluencia y tanto sentimiento en la grada. Era una ocasión especial que quizás merezca ser recordada cuando la criatura y sus sueños se hagan mayores.