La plantilla del Ourense se ha convertido en un caladero para los equipos de Segunda B que siguen su camino. Ayer se confirmó de forma oficial el fichaje de Iker Alegre por la Unión Deportiva Logroñés. El extremo asturiano coincidirá en Las Gaunas con el central Moisés García, que también fichó a mitad de semana en el conjunto que entrenará Carlos Pouso. Con Borja Valle ya en el Oviedo (el club carbayón tuvo que renunciar al fichaje del entrenador mexicano José Guadalupe Cruz por problemas burocráticos), Pato Guillén en el Barakaldo, Gustavo Souto en el Alondras y Aarón en el Choco, los próximos en confirmar destino podrían ser Adrián Cruz (interesa a los gallegos de Segunda B) y Javi Hernández. El Burgos ha pedido informes y en los próximos días también empezarán a encontrar acomodo los futbolistas de casa, que han esperado en vano a que se produjese el milagro de la salvación.

El último adiós, 20 años después de la fiesta del ascenso en la misma plaza | Algunos de los exjugadores del Ourense que se sumaron el pasado viernes a la concentración de protesta contra la desaparición del club estaban subidos al balcón de la Casa Consistorial 20 años antes. El 5 de junio de 1994, los Bericat, Ares, Sobrino, Rodolfo, Adolfo, Santi, Nano, Pichi, Quecho o Mugüerza saludaban a miles de aficionados al regreso triunfal de Jaén, donde se cerró un paréntesis de dos décadas alejados de Segunda División. El viernes trataron de enardecer los ánimos de los fieles con la lectura de un comunicado que sonó a último adiós.