La plataforma de aficionados SOSCDOurense ha convocado para las 20.00 horas de hoy en la Praza Maior de la ciudad una concentración pacífica para pedir la salvación de un club que el próximo lunes será descendido a Tercera División si no abona los 160.000 euros que le debe a sus jugadores. El colectivo anima a asistir a los ourensanos ataviados con los colores del equipo, aunque lo primordial es la afluencia: "Que vaya gente como si fuera una final", piden.

Esta medida reivindicativa es el cartucho al que se aferran los aficionados para demostrar que el Ourense cuenta con apoyo social, el más amplio en los últimos años, una vez que los contactos con las instituciones, el Concello y la Diputación, no fructificaron en compromisos para salvar la emergencia financiera que tiene al club al borde del descenso y, previsiblemente, de la liquidación.

Los miembros de esta plataforma de socios revelaron además que hay empresarios con voluntad de aportar la cantidad necesaria para que se retiren las denuncias de los jugadores siempre que desde las instituciones se ejerza una mediación ante la Agencia Tributaria y la Seguridad Social para que levanten los embargos y el bloqueo de los certificados, aportando las subvenciones como aval.

"El problema que nos plantean esas personas es que, si juntan los 160.000 euros, qué pasa al día siguiente si Hacienda no desbloquea las subvenciones", explicaron los miembros de SOSCDOurense. "La situación es excepcional, pero no se toman medidas excepcionales", denunciaron en referencia a los brazos cruzados de los políticos ourensanos. "No nos vamos a conformar con buenas palabras. Las instituciones deben mojarse porque éste es un club con 280 chavales en la base y una SAD que no tiene fines lucrativos", se apuntó.

Los aficionados asistentes a la segunda quedada en O Couto invitaron a las instituciones a tomar ejemplo del apoyo que han dado las diputaciones de Pontevedra y Lugo a sus respectivos equipos de fútbol. También hubo críticas a la escasa movilización social que ha generado la crisis, quizás la última, del Ourense. "Hay que agradecerle el compromiso a los que vienen, pero dónde están los 3.500 o 4.000 que había en el campo el día de la final de Copa Federación. Todo pende de un hilo y, sin presión social, nadie va a moverse", advirtieron.