Las 63 acciones presentes y las 7.400 representadas no bastaron para constituir la junta extraordinaria de accionistas convocada hace 45 días para hacer efectiva la dimisión del consejo de administración. En la primera convocatoria era necesario alcanzar un quórum del 25 % del capital social y apenas se sobrepasó el 19 %, por lo que los accionistas están convocados de nuevo a las 20.00 horas de hoy en el salón de actos de la Cámara de Comercio para despachar el que podría ser uno de los últimos capítulos de la historia del club.

"Esto es lo que hay. No hay mucho más. Es lo que los accionistas quieren y es muy difícil hacer lo contrario a lo que mandan los dueños de una empresa". Así se expresaba el presidente del consejo saliente, Alejandro Estévez, tras el aplazamiento de una junta que en su primera convocatoria apenas reunió el 19.75 % del capital social, en su inmensa mayoría por delegación de acciones.

Estévez reconoció que no se había llevado ninguna sorpresa: "La cabeza me decía que no, pero el corazón me decía que iba a haber quórum suficiente para tomar el relevo, cenar todos juntos y que fuera un momento de alegría y de continuidad para el Ourense, como sucedió hace dos años, cuando nosotros llegamos". Mirando atrás, Estévez asume que la situación económica es crítica: "Sabíamos que no iba a ser fácil y que había que trabajar duro, así lo hicimos, pero es una losa muy pesada la que tiene el club y es muy complicado".

La suspensión de la segunda junta de accionistas en menos de seis meses por falta de quórum es interpretada por Alejandro Estévez como un síntoma inequívoco de desamparo. "La realidad es la que vimos hoy. Se necesitaba un 25 % de quórum y había un 19 %. Es que no llegamos ni al mínimo, ya no digo ni el 40 % o el 50 %. No hemos sido capaces de llegar al 25 % que se necesitaba para constituir esta junta. Nadie quiere al club. Los que tienen que quererlo son los accionistas, que repito son los dueños del Ourense, y si no lo quieren, esta sociedad desaparece".

En su intervención tras el aplazamiento de la junta de accionistas, el presidente del Ourense lamentó que una entidad que en septiembre cumple los 62 años haya quedado abocada a la disolución. "Esta sociedad no es una sociedad al uso. Esto es un club de fútbol que tiene una historia detrás, con muchos seguidores, con muchas horas de trabajo, con mucho sufrimiento y con muchas alegrías". Agregó que "ha sido un año malo en muchas cosas, pero los dos títulos que hemos jugado, los hemos ganado. Eso queda ahí, pero si en paralelo a eso queda que Club Deportivo Ourense va a desaparecer este año, mal estamos".

Alejandro Estévez reconoció que está pasando un mal trago por el signo que han tomado los acontecimientos. "Llevo días fastidiado porque soy uno más de los que no quiere que el Ourense desaparezca y me fastidia, como ourensano que soy y como presidente que he sido". Desde la actual directiva del Ourense recalcan que no se intuye ningún resquicio de esperanza a una semana de que se conozca el aval para competir la próxima temporada y a 12 días del descenso administrativo por impagos. "Ojalá sea así. El corazón me dice que hay 24 horas para hacerlo, pero la cabeza me dice que no. Yo no tengo conocimiento de ningún movimiento de alguien que pueda entrar en el club, pero a lo mejor estas 24 horas son buenas para que aparezca alguien. Si es así, bendito sea".