Mario Bermejo abandona la práctica del fútbol tras cumplir casi dos décadas como profesional de un deporte al que continuará ligado, pero trabajando desde los despachos. El cántabro, de 35 años de edad, finalizaba contrato este mes con el Celta, al que llegó en el verano de 2011 para reforzar la delantera del equipo de Paco Herrera, y ha dicho adiós a una carrera que le llevó por una docena de equipos. Cuelga las botas para incorporarse a la secretaría técnica del club vigués. Era algo esperado desde hace semanas. Ayer se hizo oficial desde Plaza de España.El doble acto de despedida como jugador y de bienvenida como colaborador del director deportivo, Miguel Torrecilla, tendrá lugar a las 11.30 horas de esta mañana en Balaídos.

Bermejo se despide como jugador en el mismo estadio donde el 22 de junio de 2011 comenzó a conquistar al celtismo, que lo ha venerado por su profesionalidad y entrega a una plantilla que lo eligió como uno de sus capitanes. El club lo explica en su comunicado: "Tras disputar tres temporadas inolvidables con el primer equipo, en las que derrochó profesionalidad, entrega y compromiso y aportó garra y experiencia, Mario Bermejo 'cuelga' las botas, pero sigue unido al Real Club Celta. El ya ex delantero celeste formará parte a partir de la temporada 2014/2015 de la estructura de la Secretaría Técnica del club, que dirige Miguel Torrecilla".

Con esta decisión, Bermejo vuelve a trabajar con Torrecilla, amigo desde que ambos jugaron una temporada en León. "Coincidimos en la Cultural Leonesa. Fue en la temporada 98-99. Mario tenía 19 años y llegó cedido del Bilbao Athletic. Yo tenía 28 años y ya era un veterano. Mario conocía a mi hermano Juan porque coincidieron en el Racing de Santander. Y para él fue muy sencilla la relación conmigo. Entonces, cuando llega a León ya sabe que allí está jugando el hermano de Torrecilla", recordaba hace tres años el ejecutivo céltico en Melgaço.

El día de su presentación como jugador del Celta, Mario Bermejo incidía en la amistad que le unía con el director deportivo, al que le recordaba que durante su estancia en León había ejercido en varias ocasiones de canguro de su hijo mayor, ahora adolescente.

Antes de saludar a la afición celeste por primera vez, Bermejo dejó claro su ideario como futbolista: "No prometo goles sino implicación al cien por cien, voy a dejarme la piel. Gracias a Dios, he podido conseguir dos ascensos en mi carrera [con Xerez y Almería] y ojalá pueda conseguir el tercero. Sería importante a nivel personal y excepcional a nivel de club.Una guinda muy buena". El cántabro disputó 35 partidos de Liga y anotó 9 goles, que ayudaron a que el Celta retornase a Primera División tras cinco temporadas en Segunda.

Sus números totales con la camiseta celeste son, en las tres temporadas en Vigo, de 85 partidos disputados y 16 goles anotados. En curso pasado tuvo que conformarse con un papel secundario en el equipo de Luis Enrique Martínez, pues hasta finales de año no retornó a la actividad tras superar la grave lesión de rodilla que sufrió ante el Atlético de Madrid. Aún así, participó en trece encuentros de Liga y uno de Copa del Rey, ante el Athletic de Bilbao.

El conjunto vasco le dio la oportunidad de jugar unos minutos en la Copa de la UEFA, ante la Sampdoria, cuando Bermejo contaba 19 años. Una camiseta de ese partido se la regaló a Torrecilla, con el que ahora trabajará codo con codo en la contratación de jugadores que refuercen una plantilla a la que ha pertenecido hasta hace menos de un mes.

El Celta quiere aprovechar la experiencia y la larga trayectoria de un futbolista que comenzó en el Racing de Santander, con el que debutó en Primera con 16 años -en El Sardinero, ante el Sevilla- y que prosiguió en el Athletic de Bilbao, Cultural Leonesa, Eibar, Gimnástica de Torrelavega, L´Hospitalet, Recreativo de Huelva, Rácing de Ferrol -donde fue máximo goleador de Segunda con 27 tantos-, Albacete, Almería, Polideportivo Ejido y finalmente Celta.Al club vigués llegó con 32 años y después de tres temporadas cuelga las botas para trabajar en los despachos.