Por obligación o devoción, a la directiva saliente no se le puede negar el afán informativo. Ya sea ante accionistas, socios o simpatizantes, el consejo que preside Alejandro Estévez habrá rendido cuentas antes de marcharse hasta en siete ocasiones desde que llegaron al club en julio de 2012. En menos de dos años se han convocado cuatro juntas de accionistas, dos de ellas extraordinarias, y tres asambleas informativas. Después de oficializar la toma de posesión ante los accionistas el 20 de septiembre de 2012, el 26 de diciembre presentaron sus primeras cuentas. Aquel día revelaron la existencia de la reclamación de Facenda, que ascendía a 86.969 euros por una subvención mal justificada en la etapa de Joaquín Muñoz, y otra de la Seguridad Social por el coste de la pensión por incapacidad permanente del exjugador Roberto Rodríguez Puertas, por un importe de 74.744,62 euros. La directiva citó a los socios a comienzos del mes de enero de 2013 para hacer un balance de aquella primera vuelta, pero la sesión quedó eclipsada por el anuncio durante su transcurso de la venta de Jona al Granada.

El 18 de junio del año pasado de nuevo los consejeros del Ourense dieron explicaciones a los socios, y a final de año abordaron una junta de accionistas con amago, ya que la falta de quórum hizo necesaria la segunda convocatoria. Apenas un mes después, el 24 de enero de 2014, se celebró otra asamblea abierta mucho más tensa porque ya había indicios del crack económico que pondrá fin precipitadamente a su mandato en seis o siete días.

Un dispar poder de convocatoria | El reducido número de asistentes que acude a las juntas de accionistas del Ourense contrasta con las concurridas asambleas abiertas a los socios que promocionó la actual directiva, en las que se palpa la verdadera inquietud por la marcha de la entidad.