El Ourense deja atrás la temporada que le ha instalado en el compartimento de los equipos con más solera en Segunda B con un horizonte incierto. El fin de semana en el que acaba mayo y comienza junio, dos meses cruciales en el futuro de cualquier equipo de fútbol, podría resultar crucial para que tome cuerpo el relevo de un consejo de administración que tiene como fecha de caducidad el 18 de junio.

En horas o días debería salir a la luz una nueva alternativa para gestionar uno de los momentos más críticos del club. El anuncio coincidiría en el tiempo con la confirmación oficial del número de denuncias que han presentado los jugadores ante la comisión mixta AFE-RFEF y su montante. En todo caso, una temporada más, la afición no puede poner la mano en el fuego por la continuidad de una institución que acaba de adornar el expediente con su 24ª temporada en la categoría de bronce.

Con ese registro y tras alcanzar los 1.168 puntos en 914 partidos, el Ourense avanza dos peldaños en la clasificación histórica para adelantar a Granada y Lugo, hoy en la elite. El equipo ourensano solo se ha perdido 13 de los 37 campeonatos de Segunda B, cuatro por estar en la categoría superior y nueve por penar en Tercera División. De esta forma, se ha convertido tras el Pontevedra (los de Pasarón suman 30 campañas en esta categoría, en la que son los más habituales junto a la Cultural Leonesa) en el segundo equipo gallego con más participaciones en una competición de la que fue fundador.

Su primer partido se remonta al 4 de septiembre de 1977, con una victoria por 1-0 sobre el Racing de Ferrol. El primer gol ourensano en la categoría de bronce fue obra de Cucala en el minuto 30, cuando O Couto todavía era el estadio José Antonio. En aquella primera alineación formaron además Casado; José Luis, Rivera, Ochoa, Casimiro, Samos, Saa (Juan Luis), Antonio (Crispí), Tenorio y Somoza.

Casi 40 años después, y con un periplo con dos ascensos memorables en Jaén y Granada, además de otras tres promociones y dos subcampeones de liga, el Ourense vuelve a necesitar un recambio directivo de urgencia y con solvencia financiera para que el tanto que Gustavo Souto anotó el pasado 11 de mayo en el partido contra la Sociedad Deportiva Logroñés no se convierta en el último que celebren sus aficionados.