Con la permanencia a tiro de piedra tras el laborioso punto rebañado en inferioridad a la Real Sociedad, el Celta viajó ayer tarde a Almería con una idea fija en la mente: obtener en el Estadio de los Juegos Mediterráneos (12.00 horas, Canal + Liga, Gol TV) un triunfo que selle su continuidad en Primera División la próxima temporada.

El preparador celeste, Luis Enrique Martínez, ha pedido a sus hombres un esfuerzo adicional para dejar definitivamente encarrilado un objetivo largamente perseguido y que el Celta acaricia ya con la punta de los dedos en un duelo que presenta no pocas dificultades, empezando por la urgencia del rival, que se juega prácticamente toda la temporada en este partido.

Para el Almería ya no hay vuelta de hoja. Situado en la penúltima plaza con escasamente 30 puntos, el conjunto que dirige Francisco Rodríguez está obligado a ganar para mantenerse con vida en un tramo final de campeonato que se adivina dramático y en el que los andaluces, al contrario de los celestes, no disponen ya de margen de maniobra. Una nueva derrota en casa les dejaría con pie y medio en Segunda.

Aunque la situación del Celta es mucho más desahogada, pues dispone de cinco bolas de partida para sumar tres puntos que le garanticen la salvación, los hombres de Luis Enrique se han impuesto la tarea de rematar la faena y disfrutar así de un fin de curso sin sobresaltos.

Uno de los principales focos de atención del choque será el regreso del céltico Charles al estadio en el que vivió sus mejores tardes futbolísticas. El goleador celeste, con una fractura en la nariz que le obliga a jugar con máscara protectora, será muy probablemente una de las novedades del once celeste después de que Luis Enrique lo reservase la pasada semana al entender que su lesión estaba demasiado reciente.

El brasileño, que hizo su último gol a finales de enero pasado al Betis en Balaídos, quiere recuperar su protagonismo goleador aun a costa de hundir al equipo que catapultó su carrera. El regreso de Charles tiene como contrapartida la baja de Augusto Fernández, que sufrió el pasado miércoles una lesión muscular en el sóleo de su pierna derecha con un pronóstico de recuperación de dos semanas. El entrenador celeste tampoco dispondrá esta vez del defensa Jon Aurtenetxe, expulsado con roja directa ante la Real, por sanción.

Luis Enrique sí podrá contar en cambio con Álex López, ausente ante la Real Sociedad también por una lesión muscular. El ferrolano ha realizado con normalidad las dos últimas sesiones de entrenamiento y estará en plenitud de facultades para afrontar el partido.

Aunque con el asturiano hay que aguardar siempre algunas sorpresa, no es improbable que Hugo Mallo y Jony ocupen los flancos de la defensa, cuyo eje podría muy bien estar cubierto por Gustavo Cabral e Íñigo López, sin descartar la opción de Fontás, que podría también repetir en medio campo.

Ausente Augusto, Álex López es probablemente el que mejor se ajusta a la posición de interior derecho, mientras que Krohn-Dehli apunta a interior izquierdo (incluso a pivote, si Fontás juega en defensa).

En el frente de ataque, por último, la novedad será seguramente Charles, flanqueado en los extremos por Rafinha a la derecha y Nolito, a la izquierda. A la expectativa, como revulsivos de banquillo, figuran sobre el papel Santi Mina, Mario Bermejo y Fabián Orellana.

Por lo que respecta al Almería, Francisco Rodríguez, técnico rojiblanco, ha dejado fuera de la lista a los centrales Torsiglieri y Marcelo Silva, así como al lateral zurdo Dubarbier. Suso, el delantero cedido por el Liverpool, figura en la convocatoria a pesar de sus molestias, lo mismo que el central Ángel Trujillo, descartado por Francisco en el anterior partido, en el Santiago Bernabéu.

El técnico del Almería recupera también a Rafita, uno de los pesos pesados de la defensa. Con estas premisas, el once que desplegará el Almería no debería diferir mucho del formado por Esteban; Rafita, Trujillo, Hans Martínez, Mané; Verza, Corona, Aleix Vidal, Soriano, Suso; y Rodri.