Enfado alto y claro en el Ourense por el penalti que se sacó de la manga el árbitro. Al técnico también le molestó la actitud de Ortiz Arias: "Si digo ahora lo que pienso, creo que me retiran del fútbol", apuntó Luisito en su intervención. "Prefiero callar, porque no es de recibo que venga un árbitro y que nada más llegar al vestuario, antes de cambiarse, me diga que si me muevo del banquillo me echa y que esté amenazando a los jugadores los 90 minutos. Es impresentable. Solo digo eso, porque si sigo me van a meter 30 partidos. Es una vergüenza. Nada más", agregó en su valoración sobre el polémico desenlace del encuentro.

El enojo de Luisito se amplifica por la ocasión perdida tras un gran esfuerzo sobre el campo: "En la primera parte pudimos ir al descanso ganando y ellos prácticamente no hicieron nada, ni fútbol control. Les apretamos muy bien arriba con todo lo fatigado que estaba el equipo porque no hay mucho para dosificar. El único futbolista que tenía fresco era Adil, lo iba a meter pero cuando nos marcaron el gol ya nada. Opté por seguir con los mismos y no les puedo reprochar nada. Bien es cierto que nos faltó frescura en los metros finales, pero que el Guijuelo haya ganado aquí de esta manera me quema mucho".

El entrenador del Ourense ve el penalti como una afrenta intencionada: "Si el rival es mejor y te gana, pues vale, pero que te gane con un regalo y que te acribillen de esta manera, ni los futbolistas, ni el Ourense ni la afición merecen eso. Esto no se puede ver en el fútbol de hoy en día. Es impresentable. A la gente que viera esto le podría parecer que alguien estaba comprado y no eran los jugadores".

Subraya que el árbitro quitó de quicio a sus jugadores: "Sinceramente no veo el penalti, pero que un futbolista como Capi, que es un modelo de profesional que no habla nada, se marche del campo como se marchó me deja asustado. Hay que ver las imágenes, pero estaban desesperados con el árbitro. Lo peor es el desquiciamiento de los jugadores. Están llorando de rabia. No tiene perdón de Dios".

Luisito incidió en el malestar creado por el polémico penalti: "No se puede hacer esto. Hasta pensé que no expulsaba a su central cuando Javi le robó el balón. Estoy fastidiado y me duele porque veía que podíamos ganar. Atacamos con todo, acabamos jugando con dos delanteros en los laterales, con toda la artillería arriba, pero el Guijuelo hoy fue un equipo rácano y ganó con la ley del mínimo esfuerzo por un regalo".

La derrota implica el adiós al sueño de la promoción de ascenso: "Se pierde ese tren. Ahora hay que acabar lo más dignamente posible, a ver a qué jugadores recupero para ir a Zamora, hay expulsados, hay que recuperar los esfuerzos y por lo menos hacer la clasificación más digna posible", indicó el técnico. Luisito quiere ser competitivo hasta el final: "Me duele quedar descartado de la lucha por el play off a falta de cuatro jornadas, pero no podemos convertirnos en una banda. Eso no lo voy a conseguir y vamos a pelear a muerte hasta el final".