Los rectores del Ourense han lanzado un mensaje de prosperidad nada más bajar el telón. El equipo debe poner rumbo hacia posiciones más confortables en la categoría de bronce una vez superado el trance del reencuentro. Tanto los directivos como el que será el entrenador hasta el año 2015 se han propuesto reverdecer los laureles del club de O Couto, que la próxima temporada se convertirá en el segundo con más temporadas en Segunda B entre los gallegos tras el Pontevedra. Será la número 24, una más de las que suma el Lugo, desde que se instauró esta categoría en el año 1977 -los pontevedreses tienen 30-. El pasado domingo los rojillos igualaron los 878 encuentros de liga regular que acumulaban los lucenses. El paréntesis de cuatro campañas en Tercera División propició el adelantamiento en la clasificación histórica. Pese a jugar esta temporada en Segunda A, los de Ángel Carro todavía tienen más puntos en el cómputo de las 23 temporadas en Segunda B (1.146 a 1.118), aunque el Ourense ha disfrutado tradicionalmente de mejores clasificaciones. Los 47 puntos logrados en la temporada saliente valen el duodécimo puesto, el mejor desde 2005. En otras siete de las 22 temporadas anteriores los rojillos acabaron en la mitad inferior de la tabla. En las otras 15 se instalaron mucho más cerca del podio, hacia donde vuelven a mirar.