Un año después del ascenso, el Ourense podrá disfrutar de su estancia en Segunda B. Se han consumido 37 jornadas bajo la tensión de la calculadora, pero la última será un tributo a los jugadores, el cuerpo técnico, la directiva y la afición porque las cuentas han dejado a buen recaudo la continuidad en la categoría. Como invitado a la fiesta de O Couto se presenta el tercer escalafón del Real Madrid.

El partido ha quedado en segundo plano hasta esta misma tarde. Nada más regresar de Zamora con la permanencia atada, el Ourense puso la primera piedra del próximo proyecto con la renovación del entrenador. Luisito dirigirá el equipo las dos próximas campañas y tiene en mente la baraja de refuerzos y bajas para darle un sello más ambicioso a los objetivos.

El encuentro de esta tarde será de despedidas, aunque el club debe resolver antes el serio contratiempo económico que supone no disponer del certificado de Hacienda a pesar de que sus gestores dieron el visto bueno al aplazamiento de deuda el pasado 2 de mayo. Sin el visto bueno de de la Agencia Tributaria, la directiva no puede echar mano de las subvenciones. Con ese dinero se liquidarán las nóminas pendientes de los que se irán y los que renovarán (solo tienen vinculación Pato, Josu y Yebra).

Entre los primeros pensamientos en clave de futuro, Luisito ha dejado claro que quiere ganar el partido contra el Real Madrid C. O al menos que los fieles pasen el mejor rato posible. Desde mediados del pasado mes de marzo, con la derrota contra el San Sebastián de los Reyes que torció una campaña que estaba siendo confortable, los partidos de O Couto fueron indigeribles o provocaron más de una lesión cardíaca. Esta tarde la zona de altas presiones se traslada a otras latitudes y aquí se resuelve un entretenimiento dominical con permiso del tiempo.

Ninguno de los cinco últimos clasificados puede dar alcance ya a los ourensanos, aunque los puntos que entran en juego esta tarde les permitirían mejorar las puntuaciones de sus tres últimas temporadas en la categoría de bronce. El peor registro desde que las victorias se puntúan triple corresponde a 2007, cuando el contador se detuvo en 44 puntos, los mismos con que el Ourense empezará el encuentro contra el segundo filial madridista. Una vez que el reglamento le vetó la fase de ascenso, el equipo de Manolo Díaz también busca motivación en la estadística histórica. El mejor Real Madrid C de Segunda B aspira a ganar en O Couto para convertirse en el forastero más voraz de la liga.