La plantilla del Zamora afronta el que puede ser el último partido de Segunda B en el estadio Ruta de la Plata por un tiempo sin haber cobrado en lo que va de año. La curva del declive deportivo que han descrito tantos históricos ha coincidido con una crisis económica aguda que tiene a los futbolistas sin cobrar sus nóminas desde el mes de diciembre. Aunque la deuda no es astronómica (en torno a 300.000 euros), el ejercicio económico que puede acabar con 14 temporadas consecutivas en la categoría de bronce ha arruinado cualquier expectativa deportiva. La anulación del despido del último director deportivo, Alberto Parras, da otra vuelta de tuerca a la tormentosa campaña en el plano institucional. El Zamora tiene hipotecados tres años de la subvención de la Diputación en el aval que le exigió la RFEF para inscribirse y de ese dinero cobrarán los jugadores en cuanto llegue el 30 de junio. La urgencias deportivas también son extremas, ya que el conjunto de Roberto Aguirre necesita ganar los dos partidos que le quedan contra el Ourense y el Caudal y que Guijuelo y San Sebastián de los Reyes pinchen mucho para evitar el descenso directo o para aferrarse a la promoción de permanencia.

Penalti es gol. El centrocampista del Ourense Borja Yebra anotó ayer el sexto gol de penalti para el equipo rojillo esta temporada. En el anterior partido en casa, contra el Avilés, también acertó desde los once metros. Las otras cuatro penas máximas las anotaron Claudio, contra el Tenerife, y Jona contra el Marino de Luanco, Sporting B y Alcalá. Los rivales también hicieron pleno en los cinco penaltis con que fueron castigados los de Luisito.

Roja por desesperación. El colegiado Adrián Cordero Vega, que el pasado domingo dirigió el partido que enfrentó al Alcalá y al Guijuelo (1-1) en el Municipal de El Val, recogió en el acta que, "en el minuto 89, el jugador del Guijuelo Juan Manuel Torres Tena fue expulsado por dirigirse a mí en los siguientes términos: "¡Qué poco valiente eres, qué poco valiente! Sácame lo que quieras, me da igual". Los salmantinos protestaban un penalti que les hubiese dado el triunfo.