Al acabar el partido de la primera vuelta que el Ourense perdió contra el Leganés en el estadio de Butarque, el entrenador de los rojillos reconocía que el anfitrión les había dado "una lección de cómo se juega al fútbol sin balón". Los madrileños le habían cazado en dos contras, al comienzo de cada tiempo, y las dos se resolvieron en las botas de su delantero Dionisio Emanuel Villalba Rojano, Dioni.

El malagueño se ha convertido en nombre propio de las áreas del fútbol español. Será ave de paso en Butarque, adonde llegó cedido el pasado verano tras vincularse a la empresa que controla el Udinese y el Granada. Anteriormente había pertenecido a las categorías de formación del Murcia y del Deportivo -donde coincidió con el exrojillo Jona- y al Cádiz.

A los dos exdeportivistas se les han alineado los astros esta temporada para el estrellato. A Jona le fichó el Granada para cederle al Vitoria de Guimaraes y pronto debutará con la selección de Honduras. Los 20 goles que ha marcado Dioni y la promoción de ascenso que jugará con el Leganés serán su rampa de lanzamiento hacia la elite.

Solo otro jugador, el delantero del Atlético de Madrid B Gerard Oliva, le ha marcado dos tantos al Ourense en el mismo partido esta temporada. Aquella derrota molestó particularmente a Luisito, que a la semana siguiente le dio un giro a su defensa. Resultó efectivo hasta que los contratiempos físicos y disciplinarios modificaron una configuración que ofreció buenas prestaciones durante casi dos meses.

Sin embargo, en el tramo final del campeonato los de Luisito han tenido que exponer su portería por necesidad y el resultado son cinco jornadas consecutivas encajando goles, a una sola de la peor secuencia de partidos con tantos encajados (seis semanas por dos veces). Con todos sus defensas en disposición de jugar, Luisito debe perfeccionar el mecanismo para anular a un futbolista que ha marcado casi la mitad de los 52 tantos que contabiliza su equipo.

La dependencia de los madrileños de su delantero centro se acentúa si cabe en los partidos a domicilio, ya que Dioni ha firmado nueve de las 16 dianas del Leganés en campo ajeno. La medular será determinante en la misión de enjaular a Dioni, ya que los dos tantos de la primera vuelta fueron calcados. Una pérdida de balón en zona sensible se tradujo en un pase a la espalda de los centrales. Los dos desmarques del delantero y su precisión hicieron estériles las salidas de Manu Táboas, que en Butarque disfrutó de su única titularidad esta temporada por la ausencia por sanción de Pato.

También al acabar aquel partido de la primera vuelta, el entrenador del Leganés, Pablo Alfaro, deslizó algunos de sus principios. Aseguró que, conociendo la osadía del rival, "al fútbol hay que jugar con y sin balón. Todo es fútbol". Por entonces el Leganés despuntaba ya como candidato a la promoción de ascenso, pero al aragonés nadie le ha sacado del mensaje cauteloso. "Orgullosos, prudentes y trabajadores. Estas tienen que ser nuestras claves hasta el final", dijo en un invierno que fue adverso para los rojillos. Una vuelta después, el Ourense deberá mejorar sus números a la misma altura del campeonato. Los dos banquillos imprimen carácter y desde ambos pregonan ambición y competitividad, pero el domingo será más necesario que nunca el cariz valeroso que Luisito siempre le da a sus consignas.