Con tono calmado, aunque visiblemente enfadado, Antonio Acosta comparecía en rueda de prensa tras protagonizar un pequeño altercado con el colegiado en el túnel de vestuarios. Ripoll Solano lo reflejó en el acta y esto podría acarrearle una sanción al técnico alcalaíno en las próximas jornadas.

El entrenador del Alcalá reconoció que el rival fue superior: "Lo primero que quiero decir es que ha sido un mal partido por nuestra parte. El Ourense nos ha superado en casi todo, menos en el marcador, por lo que me voy cabreado a medias. Hemos sumado un punto en un partido en el que hemos sido peores, pero hay una jugada clave en la que Campillo debió ser expulsado y que pudo cambiar el desarrollo del encuentro, ya que aún faltaba media hora para el final".

Acosta no pierde la esperanza pese a que cada vez quedan menos jornadas y su equipo no consigue sumar de tres en tres: "Está difícil, eso está claro, pero también lo está para otros equipos a los que les cuesta sumar tanto como a nosotros, por lo que habrá que seguir peleando hasta que no queden opciones". El entrenador de los madrileños entiende que la amenaza de descenso les está atenazando: "Hemos sumado un punto de los seis posibles en los últimos partidos en casa. El otro día en Vallecas nos faltó un poco de suerte para ganar el encuentro y quizá sea cierto que nos esté pudiendo la presión justo ahora que teníamos más cerca la salvación".